¿Adoración a María? Aclarado por teólogo católico.
Un católico en un foro de debate en ingles consulto a un
teólogo para que le ayudase con la siguiente cuestión, que le hiciera un
hermano protestante:
“¿Por qué las Escrituras enseñan en contra de la adoración de María? (Lucas 11:27-28).”
Posteriormente, posteo la respuesta del teólogo en el foro.
La he traducido, tratando en lo posible de ser fiel al texto original.
Respuesta:
Veamos el texto en contexto:
Estaba él diciendo estas cosas cuando alzó la voz una mujer
de entre la gente y dijo: "¡Dichoso el seno que te llevó y los pechos que
te criaron! "Pero él dijo: "Dichosos (μακάριος), más bien (μενοῦνγε), los que oyen la palabra de Dios y la
guardan." (Lucas 11:27-28).
¿Es una pregunta válida? En realidad no.
Es difícil entender por qué el objetor cree que este pasaje
demuestra el punto que el sostiene. El que presento tal pregunta está obligado
a demostrar que el pasajes enseña lo que el dice que enseña. Especialmente si
no hay palabras en cualquiera de los versos que estén relacionados con "culto"
o "adoración."
En lugar de trabajar exegéticamente (encontrando en el texto
lo que en el texto se presenta), me parece que la objeción está haciendo una
inserción de alguna noción preconcebida sobre este texto de la Escritura.
En español o en griego, es difícil ver cómo el pasaje enseñe
algo en relación a: culto/adoración. Pero está claro que el cuestionante tiene
algún problema con María, y lo que ellos (algunos no-católicos) entienden
acerca del papel de María en la Iglesia Católica; –lo cual explicaría el uso inadecuado del
texto– (que es una forma técnica de decir: "cualquier texto sin contexto
es un pretexto para lo que tu querías decir en primer lugar.")
En lugar de cerrar el diálogo con la persona que hace esta
objeción, volvamos al texto para ver qué posibilidades puedan existir, y que
hayan causado la pregunta en nuestro cuestionante, y que pudieron haberlo
llevado a hacer tales reclamos.
Si nuestro cuestionante pone en paralelo o como sinónimo:
"dichosos" y "adoración", entonces no tenemos una cuestión
teológica o bíblica, sino semántica, basada en una escasa comprensión de los términos
bíblicos. Ya que no creo que el problema se enraíce en las palabras “más bien”
(μενοῦνγε) del (v. 28), como punto de contraste. Por lo tanto, el punto de
contraste se encuentra con el termino: “dichosos”, o “bienaventurados”.
Entonces tal vez la intención de esta aserción es que María
no es “bienaventurada” (μακάριος), pero eso es problemático, pues la misma
palabra griega es usada en ese mismo Evangelio para referirse a María: [1] Y dijo María: "Alaba mi alma
la grandeza del Señor y mi espíritu se alegra en Dios mi salvador porque ha
puesto los ojos en la pequeñez de su esclava, por eso desde ahora todas las
generaciones me llamarán (μακάριος)= bienaventurada.” (Lucas 1:46-48)
Bienaventurada.
Bienaventurada, (μακάριος): La característica especial del
siguiente grupo de palabras en griego: μακάριος (bienaventurada/o), μακαρίζειν,
μακαρισμός, en el Nuevo Testamento, se refiere mayoritariamente a la alegría
distintivo-religiosa de la persona en su participación en la salvación del Reino
de Dios. [2]
La Escritura nos dice que María es bienaventurada, y que
todas las generaciones en delante reconocerán lo que Dios ha hecho a su favor.
También se debe reconocer que su "bienaventuranza" es precisamente
porque ella escuchó la Palabra de Dios y fue obediente: "Dijo María:
"He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra." Y el
ángel, dejándola, se fue. (Lucas 1:38).
Con base en la Escritura, hemos visto pies que María posee un
regalo de Dios, la alegría distintivo-religiosa dada a ella como una
participación en la salvación del reino de Dios. Pero si el interrogador está
tratando de inferir que María no es "μακάριος" (bienaventurada), voy a dejar en sus
mano la terea para que haga su propio caso, o en otras palabras, para que de
las pruebas en apoyo a tal teoría.
¿Una pregunta mejor formulada?
Quizá una mejor pregunta, u objeción mas abierta a la
investigación e inspección, habría sido la siguiente:
"En Lucas 11:27-28, una mujer de entre la multitud alza su voz para ensalzar a la Madre de Jesús públicamente claramente como bienaventurada. Sin embargo en este mismo verso parece hacer una distinción: ("mas bien"), implicando que la bienaventuranza (μακάριος), está reservada para aquellos que oyen la palabra de Dios y la guardan y no particularmente a María. El Catolicismo parecen dar una posición elevada a María simplemente porque ella llevaba a Jesús en su seno y fue su madre humana: -En lugar de tenerla como bienaventurada porque ella ha oído la palabra de Dios y la ha observado–.”
Hay otras objeciones parecidas que podrían haberse formulado,
pero al menos esta objeción anterior tiene algo que ver con el texto citado, y
surge de lo que el mismo texto tiene que ofrecer, y no sólo depende de una idea
preconcebida acerca de cómo el catolicismo ve a María. Como ya se señaló, la
Escritura nos dice que María escuchaba de la Palabra de Dios y de la obedecía,
y en consecuencia es bienaventurada.
Examinemos la palabra "mas bien" (μενοῦν) de Lucas
11:27-28). Esta palabra (μενοῦν) [3] es una palabra interesante que tiene tres
significados:
- Un marcado de considerable importancia: —‘seguramente, ciertamente’—, " Y él dijo: «Sí, por cierto, bienaventurados los que oyen la palabra de Dios y guardan». (Jünemann).
- Un marcado enfático de contraste: —‘Al contrario’—. "Al contrario," le contestó Jesús, "dichosos los que oyen la palabra de Dios y la guardan." (NBLH)
- Pero también un marcado de resultado, que a menudo implica la conclusión de un proceso de razonamiento: ‘por lo tanto, en consecuencia, así pues’.
En la comprensión católica, referente al termino "mas
bien" estarían incluidos los tres significados.
(A) "Seguramente" se incluye porque “la Escritura
hay que verse como un todo”, especialmente en Lucas 8:21, donde se afirma que el reino de Dios es para aquellos que
escuchan la Palabra de Dios y la obedecen.
(B) “Al contrario” o "Por otro lado" se incluye,
pues sería una manera de mover la conversación a su base profética. Jesús es el
profeta que habla la palabra de Dios. La respuesta demandada a Jesús no es la
admiración de el mismo como persona, sino el escuchar y dar cumplimiento a la
Palabra de Dios.
(C) El último significado: "en consecuencia" se
incluye pues en efecto, María es bienaventurada, y como consecuencia de su
"sí", de su obediencia, todo el mundo tiene ahora la oportunidad de
dar el mismo obediente "sí" a Jesús.
En mi cuestión alternativa, otra preocupación se antepone en
el texto de la Escritura, a partir de una opinión compartida sobre el
catolicismo: que los católicos posicionan a María en un estado de
"exaltación" .
Cuando las personas se han preguntado acerca de esto, independientemente
si usan palabras como: "exaltado", "elevado",
"honrado" u otra palabra, siempre tengo que preguntarles: ¿cómo es
que usted entiende esas palabras? Regularmente, la gente entiende los términos
equivalentes (o al menos peligrosamente en relación a:) la adoración o al
culto.
Culto y Adoración vs venerar y honorar: El problema del
lenguaje
Algunas palabras respecto de la adoración: La palabra
"adoración" ha sufrido un cambio de sentido en Inglés. Que proviene
del antiguo “weorthscipe” Inglés, que significa la condición de ser digno de
honor, de respeto o dignidad. Dar culto en el sentido antiguo y más amplio, es
el sentido de atribuir honor, o la excelencia a alguien, ya sea un sabio, un
magistrado, o a Dios.
Durante siglos, el término “culto” significaba simplemente
mostrar respeto y honor, y un ejemplo de su uso sobrevive aun hoy en Inglés
contemporáneo. Los súbditos británicos por ejemplo se refieren a sus
magistrados como "Su excelencia", aunque los estadounidenses dicen
"Su Señoría". Esto no quiere decir que los súbditos británicos adoran
a sus magistrados como dioses. Esto significa que ellos les están dando el
honor correspondiente a su cargo, no el honor propio de Dios.
Fuera de este ejemplo sin embargo, el término Inglés
"culto", "worship" se ha reducido
en su alcance a sólo indicar la forma suprema de honor, de reverencia y el
respeto que se debe solo a Dios. Este cambio en el uso es bastante reciente. De
hecho, todavía se pueden encontrar libros que usan el termino de "culto"
en su sentido antiguo y más amplio. Esto puede conducir a un importante grado
de confusión, cuando las personas que están familiarizados sólo con el uso de
las palabras en su tiempo, y sus propios círculos encuentran material escrito
en otros tiempos y otros lugares.
En las Escrituras del Antiguo Testamento, el término
"adoración" (שׁחה,
shakhah en hebreo; “proskyneo” en la traducción griega del Antiguo Testamento)
también fue amplio en su significado. En hebreo la palabra para honrar a una
persona como un rey o profeta (שׁחה)
es la misma palabra para la adoración de Dios. En la mayoría de los casos se
refieren a la veneración del Dios de Israel, o de los dioses falsos. “Proskynein”
también puede ser dirigida a los ángeles, a los gobernantes, a los justos, los
profetas, a la sombra de Samuel (Saúl). Si bien puede expresar respeto, también
sugiere que los que se les da el honor, son de alguna manera instrumentos de Dios (cf.
Gen 18:2; 19:1).
Ejemplos de tal adoración de honor o los hombres del A.T se
demuestran en 1ª Reyes 1:23, donde el
profeta Natán se inclinó (שָׁחָה)
al rey David: “Avisaron al rey: "Está aquí el profeta Natán." Entró
donde el rey y se postró ante él, rostro en tierra, [shakhah]”. En Génesis
49:2-27, Jacob pronunció una bendición profética sobre sus hijos, y de Judá
afirmó: " A ti, Judá, te alaben tus hermanos; tu mano en la cerviz de tus
enemigos: ¡inclínense ante ti [shakhah] los hijos de tu padre! (49:8)." Y en
Éxodo 18:07, Moisés hizo honor a su suegro Jetró: " Moisés salió al
encuentro de su suegro, se postró [shakhah] y lo besó. Se saludaron ambos y
entraron en la tienda.” Esta palabra se usa también en: Génesis 23:07; 27:29;
33:3; 2 Reyes 2:15; 1ª Samuel 25:41, para referirse el honor dado a estos
hombres inclinándose ante ellos o cayendo postrado rostro en tierra.
¿Cuál es el punto?
El punto es que, por lo que al lenguaje se refiere, antes de
la era del N.T como también en idiomas,
tales como Inglés antiguo, no había una distinción respecto a la palabra “culto"
o adorar. Fue la Iglesia cristiana primitiva la que hizo las distinciones entre
los diferentes tipos de honor con el fin de hacer más claro que culto u honor
se debe a Dios y cual no.
El término griego latría llegó a ser usado para referirse al
honor que se debe sólo a Dios, y el término dulía llegó a referirse al honor
que se debe a los seres humanos, especialmente aquellos que vivieron y murieron
en la amistad de Dios, en otras palabras; los santos –aquellos que escucharon
la palabra de Dios y la obedecieron–. Las Escrituras indican que tipo de honor
se debe a estas personas (Mateo 10:41 b).
Un término especial fue acuñado para referirse al honor especial que se debe dar a la Virgen María, que, además de escuchar y ser obediente, llevaba en su vientre a Jesús-Dios y le da su carne. Este término, hiperdulía (hiper [más que]+ dulía "más allá de dulía"), indica el honor adicional se debe a ella, como Madre de Cristo, por lo que es más que la dulía dado a otros santos. Es mayor en grado, pero aún así de la misma clase. Sin embargo, puesto que María es una criatura finita, el honor que se debe es intrínsecamente y fundamentalmente de naturaleza diferente a la latría debida al Creador infinito.
En latín, la lengua de la tradición católica occidental, el
término ‘venerare’ significa "mirar con respeto" (el equivalente
griego es: δουλια, dulía). Es parte de la tradición católica (oriente y
occidente) tributarle este culto de dulía a los santos, (en el sentido bíblico
del término). En Inglés esto se llama "veneration.” [4]
En la enseñanza católica "adoración" (del latín:
latría) es un termino reservado sólo para a Dios. Cualquier otro uso del
termino es erróneo. En el catolicismo no se adora ni a María ni a los santos u
otras personas vivas o muertas, en el sentido teológico del término. Los católicos
como cualquier otra persona "adoran" a sus cónyuges, a sus
hijos, etc, pero sólo en el sentido secular de la palabra.
La teología protestante por lo general niega cualquier
distinción entre el culto de veneración y adoración, se afirma que la práctica de la veneración
distrae el alma cristiana de su verdadero objeto: la adoración solo a Dios.
En su Estatutos de la Religión Cristiana, Juan Calvino
escribe que: "(l)a diferencia de lo que se llama dulía y latría fue
inventado con el único propósito de permitir honores divinos a los ángeles y los
hombres muertos con aparente impunidad." Calvino sin duda tiene derecho a opinar
sobre el asunto, pero una vez más tal declaración es una afirmación, que
sostiene que los honores divinos son pagados a personas en vez de Dios dentro
de la tradición católica. Las afirmaciones son sólo eso, mas no necesariamente
son la verdad.
Calvino estaba 1500 años de retraso para la discusión, y
unos 900 años tarde a la clausura del debate. Teólogos de la iglesia desde
antiguo había adoptado el culto de latría a largo plazos para el culto
sacrificial debido sólo a Dios, y dulía a la veneración de santos y mártires.
Una fuente importante que trata respecto a la veneración de los mártires es el
Martirio de Policarpo (c. 135 dC), que explica:
“Adoramos a Cristo porque es el Hijo de Dios. Amamos
convenientemente a los mártires como discípulos e imitadores del Señor por su
insuperable afecto a su Rey y Maestro” (17, 3).
San Jerónimo justifica el culto y la intercesión de los
santos contra las objeciones de Vigilancio (Contra Vigilantium, 6; Carta 109,
1).
Las Constituciones Apostólica (cpiladas: c. 390 dC) dicen: "Ahora bien, respecto a los mártires, les
decimos que deben de darles todo el honor en usted."
Las conclusiones dogmáticas del Concilio de Nicea (787 dC;
séptimo concilio ecuménico) declararon que: "adoramos y respetamos a Dios
nuestro Señor, y a aquellos que han sido genuino siervos de nuestro mismo Señor
honramos y veneramos ..."
En medio de una preocupación (no muy diferente a la de
Calvino) se afirma lo que ya era la práctica de la Iglesia. Lo que queda claro
por el lenguaje consistente de la Iglesia, la preocupación de Calvino en
relación con "honores divinos," nunca ha sido parte del respeto que
la Iglesia presta a los "siervos de nuestro Señor".
Para no perder el rumbo de la pregunta original…
¿Por qué las Escrituras enseñan en contra de la adoración
de María? (Lucas 11:27-28). Realmente no es una pregunta válida para:
(a) Este texto, y como se explicó anteriormente,
(b) El catolicismo mismo enseña en contra de la adoración de
María.
_______________________
Bibliografía y referencias:
Bibliografía y referencias:
[1] Gerhard Kittel, Gerhard Friedrich y William Geoffrey Bromiley,
Diccionario Teológico del Nuevo Testamento (Grand Rapids, Michigan: WB
Eerdmans, 1995, c1985). 548.
[2] Diccionario Teológico del Nuevo Testamento, ed. Gerhard
Kittel, Geoffrey William Bromiley y Gerhard Friedrich (Grand Rapids, MI:
Eerdmans, 1964-c1976). 4:367.
[3] Johannes P. Louw y Eugene Albert Nida, Léxico
Griego-Inglés del Nuevo Testamento: En base a dominios semánticos, electrónica
ed. de la 2 ª edición. (New York: United Bible Societies, 1996, c1989). 1:793,
1:811, y 1:782-3
[4] veneración: el respeto inspirado por la dignidad, la
sabiduría, dedicación y talento de una persona. (2009). En Merriam-Webster
Online Dictionary. Consultado el 24 de marzo 2009, de veneración - Definición
del diccionario Merriam-Webster en línea
[5] http://www.ccel.org/ccel/schaff/anf07.ix.vi.i.html
[5] http://www.ccel.org/ccel/schaff/anf07.ix.vi.i.html
Comentarios
3 No tendrás dioses ajenos delante de mí.
4 No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra.
5 No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen,
Dios y los ídolos
1 No a nosotros, oh Jehová, no a nosotros,
Sino a tu nombre da gloria,
Por tu misericordia, por tu verdad.
2 ¿Por qué han de decir las gentes:
¿Dónde está ahora su Dios?
3 Nuestro Dios está en los cielos;
Todo lo que quiso ha hecho.
4 Los ídolos de ellos son plata y oro,
Obra de manos de hombres.
5 Tienen boca, mas no hablan;
Tienen ojos, mas no ven;
6 Orejas tienen, mas no oyen;
Tienen narices, mas no huelen;
7 Manos tienen, mas no palpan;
Tienen pies, mas no andan;
No hablan con su garganta.
8 Semejantes a ellos son los que los hacen,
Y cualquiera que confía en ellos.
9 Oh Israel, confía en Jehová;
El es tu ayuda y tu escudo.
10 Casa de Aarón, confiad en Jehová;
El es vuestra ayuda y vuestro escudo.
11 Los que teméis a Jehová, confiad en Jehová;
El es vuestra ayuda y vuestro escudo.
12 Jehová se acordó de nosotros; nos bendecirá;
Bendecirá a la casa de Israel;
Bendecirá a la casa de Aarón.
13 Bendecirá a los que temen a Jehová,
A pequeños y a grandes.
14 Aumentará Jehová bendición sobre vosotros;
Sobre vosotros y sobre vuestros hijos.
15 Benditos vosotros de Jehová,
Que hizo los cielos y la tierra.
16 Los cielos son los cielos de Jehová;
Y ha dado la tierra a los hijos de los hombres.
17 No alabarán los muertos a JAH,
Ni cuantos descienden al silencio;
18 Pero nosotros bendeciremos a JAH
Desde ahora y para siempre.
Aleluya.