Citas de los Padre sobre la Iglesia.





La iglesia primitiva era la Iglesia Católica. Después leer los escritos de los primeros Padres de la Iglesia no hay otra conclusión a la que uno puede llegar. Esta recopilación de citas de los Padres de la Iglesia lo comprueba, ya que estos líderes primitivos hablan claramente de que hay que someterse a la autoridad del Obispo, y no se debe de permitir la división en la Iglesia. Como dijo una vez el cardenal Newman: “Ser profundo en la historia es dejar de ser protestante.” El Cardenal Newman era protestante y un líder en el movimiento de Oxford. Sus investigaciones sobre la Iglesia primitiva fueron los que lo llevaron a convertirse al catolicismo. Rechazó la idea de muchos de que Cristo abandonado la Iglesia Católica que el fundo durante 1500 años.


Papa San Clemente Romano.

“Es vergonzoso, queridos hermanos, sí, francamente vergonzoso e indigno de vuestra conducta en Cristo, que se diga que la misma Iglesia antigua y firme de los corintios, por causa de una o dos personas, hace una sedición contra sus presbíteros. Y este informe no sólo nos ha llegado a nosotros, sino también a los que difieren de nosotros, de modo que acumuláis blasfemias sobre el nombre del Señor por causa de vuestra locura, además de crear peligro para vosotros mismos.” (Carta a los Corintios, 47, Siglo I D.C).

“¿Quién hay, pues, noble entre vosotros? ¿Quién es compasivo? ¿Quién está lleno de amor? Que diga: si por causa de mí hay facciones y contiendas y divisiones, me retiro, me aparto adonde queráis, y hago lo que está ordenado por el pueblo: con tal que el rebaño de Cristo esté en paz con sus presbíteros debidamente designados.” (Ibídem, 54)

“Así pues, vosotros, los que sois la causa de la sedición, someteos a los presbíteros y recibid disciplina para arrepentimiento, doblando las rodillas de vuestro corazón. Aprended a someteros, deponiendo la obstinación arrogante y orgullosa de vuestra lengua. Pues es mejor que seáis hallados siendo poco en el rebaño de Cristo y tener el nombre en el libro de Dios, que ser tenidos en gran honor y, con todo, ser expulsados de la esperanza de Él.” (Ibídem, 58).

San Ignacio de Antioquia.

“Donde esté el Obispo, esté la muchedumbre así como donde está Jesucristo está la Iglesia Católica.” (Carta a los Esmirneanos, 8:2, Año 110 D.C).

“El que honra al Obispo es honrado por Dios; el que hace algo sin el conocimiento del Obispo rinde servicio al diablo.” (Ibídem, 9).

“De la misma manera, que todos respeten a los diáconos como a Jesucristo, tal como deben respetar al Obispo como tipo que es del Padre y a los presbíteros como concilio de Dios y como colegio de los apóstoles. Aparte de ellos no hay ni aun el nombre de iglesia.” (Carta a los Tralianos, 3:1-2).

“Estad, pues, en guardia contra estos hombres [los herejes]. Y será así ciertamente si no os envanecéis y si sois inseparables de [Dios] Jesucristo y del Obispo y de las ordenanzas de los Apóstoles. El que está dentro del santuario es limpio; el que está fuera del santuario no es limpio; esto es, el que hace algo sin el Obispo y el Presbiterio y los diáconos, este hombre no tiene limpia la conciencia.” (Ibídem, 7).

“Si en efecto, yo mismo en tan poco tiempo he adquirido con vuestro Obispo una tal familiaridad, que no es humana sino espiritual, cuánto más os voy a felicitar de que le estéis profundamente unidos, como la Iglesia lo está a Jesucristo, y Jesucristo al Padre, a fin de que todas las cosas sean acordes en la unidad.” (Carta a los Efesios, 5).

“Que nadie se extravíe; si alguno no está al interior del santuario, se priva del Pan de Dios.” (Ibídem).

“Aquél que no viene a la reunión común, ése ya es orgulloso y se juzga a sí mismo, pues está escrito: “Dios resiste a los orgullosos”. Pongamos, pues, esmero en no resistir al Obispo, para estar sometidos a Dios.” (Ibídem)

“Y mientras más vea uno al Obispo guardar silencio, más se le debe reverenciar; pues aquél a quien el Señor de la casa envía para administrar su casa, debemos recibirlo como aquél mismo que lo ha enviado. Entonces está claro que debemos ver al Obispo como al Señor mismo.” (Ibídem, 6:1).

“No os equivoquéis, hermanos míos: aquellos que corrompen una familia no heredarán el Reino de Dios. Así, si los que hacen eso son condenados a muerte, cuánto más aquél que corrompe por su mala doctrina la fe de Dios, por la que Jesucristo ha sido crucificado! Aquél que así sea, irá al fuego inextinguible y lo mismo aquél que lo escuchare.” (Ibídem, 16).

“Si el Señor ha recibido una unción sobre su cabeza, es a fin de exhalar para su Iglesia un perfume de incorruptibilidad.” (Ibídem, 17).

“Porque todos los que son de Dios y de Jesucristo están con los obispos; y todos los que se arrepientan y entren en la unidad de la Iglesia, éstos también serán de Dios, para que puedan vivir según Jesucristo.” (Carta a los de Filadelfia, 3).

“Pero allí donde hay división e ira, allí no reside Dios. Ahora bien, el Señor perdona a todos los hombres cuando se arrepienten, si al arrepentirse regresan a la unidad de Dios y al concilio del Obispo.” (Ibídem, 8).

San Policarpo.

“La Iglesia de Dios, establecida en Esmirna, a la Iglesia de Dios, establecida en Filadelfia, y a todas las partes de la Iglesia Santa y Católica extendida por todo el mundo; que la misericordia, la paz y el amor de Dios Padre y Nuestro Señor Jesucristo sobreabunde en vosotras. (Carta de la Iglesia de Esmirna a la Iglesia de Filadelfia, año 155 D.C, Sobre el martirio de Policarpo, Introducción).

“Pero cuando finalmente puso fin a su oración, después de recordar a, todos los que en un momento u otro habían estado en contacto con él, pequeños y grandes, altos y bajos, y a toda la Iglesia universal [Católica] por todo el mundo, llegó la hora de partir, y le sentaron sobre un asno y le llevaron a la ciudad, y era un gran sábado.” (Ibídem, 8).

San Ireneo.

“Por diversos que sean los lugares, los miembros de la Iglesia profesan una misma y única fe, la que fue transmitida por los Apóstoles a sus discípulos.” (Contra las herejías, 1:10 año 180 D.C).

“Allí donde está la Iglesia, allí está el Espíritu de Dios; y allí donde está el Espíritu de Dios, allí está la Iglesia y toda la gracia.” (Ibídem, 3:24).

Tertuliano.

“¿Quiénes sois vosotros y de dónde venís? Al principio estabais en el seno de la Iglesia católica, al separaros de ella ¿quién os dio la misión de predicar esas nuevas doctrinas? Todo aquel que habla en nombre de Dios debe ser enviado por Dios. Probad vuestra misión... Mostrad el origen de vuestras iglesias, exponed la lista de vuestros obispos, que se sucedieron desde el principio, de tal manera que el primer obispo haya tenido como garante y predecesor a uno de los apóstoles o a uno de los hombres apostólicos que permanecieron hasta el final en comunión con los apóstoles...” (La prescripción de los herejes, en Patrología, BAC, 1991, p. 569, año 200 D.C).

“Porque es evidente que esos hombres no vivieron hace mucho tiempo, y que en un principio eran creyentes en la doctrina de la Iglesia Católica, en la iglesia de Roma bajo el episcopado de los bienaventurados Eleuterio , (Ibídem, 22:30)

Orígenes.

“Pero Dios ha velado siempre por la conservación de la Iglesia Cristiana, y quiere que su santa y saludable doctrina se difunda por toda la tierra.” (Contra Celso, Libro 3:8, año 248 D.C). 

San Cipriano de Cartago.

“Dichosa Iglesia nuestra, a la que Dios se digna honrar con semejante esplendor, ilustre en nuestro tiempo por la sangre gloriosa de los mártires. Antes era blanca por las obras de los hermanos; ahora se ha vuelto roja por la sangre de los mártires. Entre sus flores no faltan ni los lirios ni las rosas.” (Carta 10:2-3, año 250 D.C).

Esta unidad de la Iglesia está prefigurada en la persona de Cristo por el Espíritu Santo en el Cantar de los Cantares, cuando dice: Una sola es mi paloma, mi hermosa es única de su madre, la elegida de ella (Cant 6:8). Quien no guarda esta unidad de la Iglesia, ¿va a creer que guarda la unidad de la fe? Quien resiste obstinadamente a la Iglesia, quien abandona la cátedra de Pedro, sobre la que esta cimentada la Iglesia, ¿puede confiar que está en la Iglesia? (Sobre la unidad de la Iglesia, 5).

“La esposa de Cristo no puede ser contaminada; Ella es incorrupta y casta. Ella solo conoce una sola casa… ¿Cree alguien que esta unidad que viene de la fuerza divina, que está estrechamente conectada con los Sacramentos divinos, puede romperse en pedazos en la Iglesia y ser separada por las divisiones de voluntades que colisionan? El que no sostienen esta unidad, no cumple la ley de Dios, no sostiene la fe del Padre y del Hijo, no se sostiene la vida y la salvación.” (Ibídem, 6)

San Alejandro Alejandría.

“Y además también, sólo una Iglesia Católica y Apostólica, que nunca puede ser destruida aunque todo el mundo busque tratar de hacer la guerra con ella, pero es victoriosa sobre todas las más perversas revueltas de los herejes que se levanten en su contra. Pues el hombre bueno ha confirmado nuestras mentes diciendo, ¡ánimo!: yo he vencido al mundo Jn 16:33.” (Epístolas sobre la herejía y la deposición de Arrio, Cap. 12, año 325).

San Cirilo de Jerusalén.

"[La Iglesia] se llama Católica, porque se extiende por todo el mundo, desde un extremo a otro de la tierra, y porque enseña universalmente e infaliblemente toda y cada doctrina que debe llegar al conocimiento de los hombres, en relación con las cosas visibles e invisible, celestiales y terrenales, y porque trae todas las razas de los hombres a sujeción a la piedad, gobernantes y gobernados, educados y no educados, y porque universalmente trata y se cura toda clase de pecados, aquellos cometidos con el alma y aquellos cometidos con el cuerpo , y posee dentro de sí todas las formas imaginables de la virtud, en los hechos y en las palabras y en los dones espirituales de todo tipo.” (Catequesis 18:23, año 350).

"Y si tu alguna vez estas de visita en las ciudades, no preguntes simplemente “¿donde esta la casa del Señor?” ya que otros, sectas de los impíos, intentan llamar sus guaridas “Casa del Señor.” Ni preguntes simplemente donde esta la Iglesia, sino ¿dónde está la Iglesia Católica? Porque este es el nombre propio de esta Santa Iglesia, la madre de todos nosotros, que es la esposa de nuestro Señor Jesucristo, el unigénito Hijo de Dios "(ibídem, 18:26 ).

San Atanasio.

“Siempre resultará provechoso esforzarse en profundizar el contenido de la antigua tradición, de la doctrina y la fe de la Iglesia Católica, tal como el Señor nos la entregó, tal como la predicaron los apóstoles y la conservaron los santos Padres. En ella, efectivamente, está fundamentada la Iglesia, de manera que todo aquel que se aparta de esta fe deja de ser cristiano y ya no merece el nombre de tal.” (Carta a Serapión, 28-30, año 359 D.C).

San Paciano de Barcelona.

“Cristiano es mi nombre, y Católico mi apellido. El uno me designa, mientras el otro me especifica. Así soy validado y puesto aparte. Cuando somos llamados Católicos es por apelación, nuestra gente se mantiene aparte de cualquier nombre hereje.” (Carta a Sympronian, 1:4, año 375 D.C).

San Juan Crisóstomo.

“Muchas son las olas que nos ponen en peligro, y una gran tempestad nos amenaza: sin embargo, no tememos ser sumergidos porque permanecemos de pie sobre la roca. Aun cuando el mar se desate, no romperá esta roca; aunque se levanten las olas, nada podrán contra la barca de Jesús.” (Homilías antes de partir en exilio, 1-3, año 387).

San Agustín.

“Creemos en la Santa Iglesia, es decir, la Iglesia Católica, ya que los herejes y cismáticos llaman a sus propias congregaciones “iglesias”. Pero los herejes violan la propia fe por una falsa opinión respecto a Dios. Sin embargo los cismáticos se retiran del amor fraterno por separaciones hostiles, aunque creen las mismas cosas que nosotros creemos. En consecuencia, ni herejes ni cismáticos pertenecen a la Iglesia Católica, ni herejes, porque la Iglesia ama a Dios, y ni cismáticos porque la Iglesia ama al prójimo.” (Fe y Credo 10:21, año, 393 D.C).

“No creería en el Evangelio, si no me moviera a ello la autoridad de la Iglesia católica.” (Ibídem, 5:6).

“Esta Iglesia es Sacra, la Única Iglesia, la Iglesia Verdadera, la Iglesia Católica, combatiente siempre contra toda herejía. Ella puede pelear, pero no puede ser vencida.” (Sermón a los catecúmenos acerca del Credo, 6:14, año 395).

“La Iglesia vacilará si su fundamento vacila, pero ¿podrá vacilar Cristo? Mientras Cristo no vacile, la Iglesia no flaqueará jamás hasta el fin de los tiempos.” (Comentario sobre el Salmo 103).

“La Iglesia crece como una vid y se extiende por toda la tierra; los malos pastores, en cambio, son como sarmientos inútiles que, a causa de su esterilidad, han sido cortados por la podadera del agricultor, no para destruir la vid, sino para que ésta continúe existiendo. Aquellos sarmientos, pues, han quedado en el mismo lugar donde cayeron al ser cortados; la vid, en cambio, extendiéndose entre todos los pueblos, reconoce como propios los sarmientos que en ella permanecieron, y considera como cercanos a si aquellos otros que le fueron cortados.” (Sermón 46, sobre los pastores).

San León Magno.

“Los poderes del infierno no podrán impedir esta profesión de fe, los vínculos de la muerte no la sujetarán, porque estas palabras son palabras de vida. Ellas introducen en el cielo a los que las aceptan, hunden en el infierno a los que las niegan.” (Sermón 4:2-3 año 451).

Dios te bendiga y te haga muy santo.

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