1-800 “yo confieso a Dios,” línea directa.




Nota: Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.

Un jueves por la tarde, después de un arduo día laboral, Luis se dispone a echarle un vistazo al acontecer local y mundial en el televisor, después de haber saboreado una suculenta cena que su esposa Ana le había preparado. Justo en eso, llega su cuñado Antonio con un par de visitas inesperadas, son Roberto y Juan, amigos de la infancia de su cuñado. Recién entrando a la puerta y encontrando a Luis en el sofá dice Antonio:

-“¡Hola cañado..! ¡mira, te presento a unos amigos míos de la universidad!”

Luis, se presenta amablemente, y les invita a sus huéspedes a tomara asiento. Mientras tanto, su cuñado Antonio pasa a la cocina a saludar a su hermana quien estaba atareada lavando trastes, la cual entra a la sala a saludar a la visita. Después de ofrecerles algo de tomar, y charlar por un rato, Roberto toma la palabra y comenta;

-“¡Ehem! sabe, nosotros estamos por acá de visitas en la ciudad, tenemos cuatro años que nos movimos a vivir a California, desde entonces no mirábamos a nuestro colega Antonio, quien estuvo con nosotros en el Colegio.”

-Luis: “¿Y que los motivo a moverse para California?”

-Juan: “Pues resulta que tras la muerte de papa nuestra madre quiso estar mas cerca de la familia quienes han vivido siempre en California, y también como a mi mama le ofrecieron un puesto de trabajo en la empresa de una tía, pues nos movimos para allá y desde entonces no habíamos venido por acá a visitar a los amigos.”

La platica continua por un rato, en eso, Roberto nota la Biblia de Luis en la mesa de centro, y con la intención de abordar algún tema religioso comenta.

-Roberto: “¿Me permite ver su Biblia?”

-Luis: “Claro, por supuesto, ¿no me diga que usted le gusta leer la Biblia?

-Roberto: “Claro que si, la leo bastante seguido, de hecho estamos asistiendo a una iglesia cristiana donde nos están dando clases de Biblia.”

-Luis: “¿Oh mira que casualidad mi señora y yo también estamos en un curso de Biblia en la parroquia. Y como se llama esa iglesia a la que asisten?”

-Roberto: “Se llama -iglesias Nueva vida-.”

-Luis: “Y siempre han ido a esa iglesia.”

-Juan: “No, antes éramos católicos, de hecho tenemos muchos familiares que continúan siendo católicos, muchos tíos y primos, pero nosotros somos -cristianos nacidos de nuevo- hemos nacido a la verdad en esta nueva iglesia, donde hemos sentido la presencia del Espíritu Santo en nosotros.”

-Luis: “Oh… entiendo, ¿y cual fue la razón por la que decidieron abandonar la Iglesia Católica?”

-Juan: “Pues fueron varias razones Luis, pero ahora que hemos estado asistiendo a esta otra iglesia, fíjese que yo he encontrado en la Biblia muchas cosas que practicaba antes en la Iglesia Católica que no encajan muy bien con la enseñanza Bíblica, lo digo sin afán de ofender”.

-Roberto: “Si es cierto, además en esta iglesia nos han tratado muy bien, y fíjese, hasta nos ofrecen traernos y llevarnos a nuestras casas, y nos tratan de maravilla. Sabe, a mi en particular lo que me alejo mas del catolicismo fue un altercado con el cura de la parroquia donde antes asistía.”

-Antonio: “Bueno, yo creo que uno no debe cambiar de iglesia nada más así por así, lo que yo creo es que hay muchas personas muy sentimentales o que han llevado una vida de abuso o que se yo, y cualquier mala cara o comentario los deprime, además eso solo muestra la falta de caridad tuya camarada, no creo que este cura te haya tratado de esa forma nada mas porque si, debe de haber habido algún otro motivo.”

-Roberto: “Bueno, la verdad si, es que no me quiso bendecir unas raquetas para jugar tenis, y de ahí surgió todo.”

-Antonio: “Bueno pues ahí esta, las raquetas no se bendicen, al menos eso es lo que yo se.”

-Juan: “Además como le comentaba, hay muchas doctrinas católicas que me di cuenta no estaban en la Biblia”.

-Luis: “Humm… que no están en la Biblia? A que te refieres con eso?”

-Juan: “¿Pues eso, que muchas doctrinas Católicas no son bíblicas, como los dogmas católicos que se han inventado en el catolicismo como el Purgatorio, el Limbo y estas cosas?”

Ana, con en fin de aportar algo a la platica y no dejar solo a su esposo animada comenta;

-Ana: “¡Ajaaa…! ya me estoy dando cuenta que ustedes conocen muy poco las doctrinas de la Iglesia, y me pregunto si ¿no fue esto por lo que a ti te motivo alejarte? Te aclaro nada más que el Limbo no es doctrina de la Iglesia.”

-Roberto: “Pues mire, yo en particular algo que no me explico ahora y que antes lo hacia cuando era católico, es, ¿como es posible que un hombre pueda perdonar los pecados, y muchas veces un sacerdote mas pecador que uno?”

-Ana: “Pues no es por nada pero a mi se me hace que es una forma muy superficial de juzgar las doctrina católicas y a las personas, yo nunca he dudado de que haya sacerdotes que no están viviendo de muy de acorde a al mandamiento de Cristo y de la Iglesia, ¿pero porque pensar esto de todos los sacerdotes y juzgarlos a todos por igual? Y además de eso, yo pienso que no se justifica para ir corriendo a otra denominación, que lo mas seguro es que encuentre mas o menos los mismo errores y abusos allá.”

-Luis: “No es por nada Juan y Roberto, pero creo que mi señora tiene razón, yo por ejemplo he sido católico toda mi vida y nunca he tenido ningún problema con todos los sacerdotes y religiosas que he conocido."

"Pero volviendo a lo que Roberto decía sobre que el no se confiesa con sacerdotes pecadores. Mira Roberto, el que un sacerdote sea mas pecador que tu no significa que el este discapacitado para absolverte los pecados y seas perdonado por tus faltas.”

A Juan le resultan como balde de agua helada las palabras de Luis, y al punto responde:

-Juan: “¿Pero como un hombre puede perdonar los pecados? ¿Que eso no lo hace solo Dios?”

Roberto: “Es cierto además yo digo ¿por que no confesar nuestros pecados directo con Dios, acaso no decimos que el esta en todas partes? Además hay un pasaje de la Biblia que dice que solo Dios puede perdonar los pecados y no un hombre, a ver donde tengo esta es cita ¡Ah si esta en (Isaías 44:25), y dice así; “Yo no te he abrumado pidiéndote ofrendas, ni te he cansado reclamando incienso. No tuviste que gastar en aromas, ni me diste la grasa de tus sacrificios, sino que me has atormentado con tus pecados y me has cansado con tu maldad. Soy yo quien tenía que borrar tus faltas y no acordarme más de tus pecados.” Isa 43:24.

-Luis: “Así es Juan y Roberto, tienes razón, los pecados solo los perdona Dios, pero el medio por el cual los perdona es por medio del sacerdote. Tú me has citado un texto del Antiguo Testamento, pero ya desde el Antiguo Testamento vemos que se ocupaba un sacerdote para mediar entre Dios y el pueblo por los pecados, tal como debería ser en el Nuevo Pacto. Quiero que consideren esta cita que esta en Levíticos y dice; “Con este carnero el sacerdote hará reparación por él ante Yavé, por el pecado que cometió, y se le perdonará el pecado.” (Lev 19:22). “Este pasaje nos dice que aunque es verdad de que Dios es el que perdona los pecados es necesario hacer una expiación por medio de un mediador instrumental el cual era el ministerio de un sacerdote.”

"En el Nuevo Testamento los judíos así lo pensaban también que solo Dios podía perdonar los pecados, por eso cuando Jesús le dijo al paralitico “Hijo, tus pecados te son perdonados”, en (Mar 2:5), ellos reclamaron: “¿Cómo habla así éste? ¡Blasfema! ¿Quién puede perdonar pecados sino sólo Dios?” (Mar 2:7). Pero El, como verdadero Dios y Hombre quien el Mismo practico este poder aquí en la tierra, dio potestad a Su Iglesia primitiva los Apóstoles de ejercer este poder en Su Nombre.”


En ese momento Juan recuerda un pasaje bíblico y dice a Luis:

Juan: “¿Si me permite su Biblia?”

-Luis: “¡Oh si claro!”

Juan: “Mire Luis, Jesús es el Sumo Sacerdote de nuestra confesión del Nuevo Testamento, por eso ya no necesitamos otros sacerdotes como los sacerdotes católicos”. El pasaje de Hebreos 1:3 y 7:27-28 nos lo dicen bien claro:"

“Vosotros, pues, hermanos santos, que participáis de la vocación celeste, considerad al Apóstol y Pontífice de nuestra confesión, Jesús.” Heb 3:1

“A diferencia de los sumos sacerdotes, él no tiene necesidad de ofrecer diariamente sacrificios, primero por sus pecados, y luego por los del pueblo. Y para el pueblo no lo hizo sino una sola vez ofreciéndose a sí mismo. Así, pues, todo es insuficiente en los sumos sacerdotes que la Ley establece, mientras que ahora, después de la Ley, Dios habla y pronuncia un juramento para establecer al Hijo eternamente perfecto.” Heb 7:27,28.

-Juan: "¿Que me dice de eso?"

-Luis: "Sencillo mira voltea la Biblia a (1ª de Pedro 2: 5-9).
-Juan: "Ok a ver."

1ª Pe 2:5 “Vosotros, como piedras vivas, sois edificados en casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales, aceptos a Dios por Jesucristo.”

-Juan: “Pero ahí no habla de los sacerdotes católicos, nada más que todos somos sacerdotes por Cristo.”

Luis: “Correcto Juan, pero nos dice que dentro del único sacerdocio de Cristo hay lugar para un segundo sacerdocio que es el sacerdocio común de todos los fieles, pero también un tercero, por el cual Cristo dispensaría los bienes obtenidos en la cruz y dispensarlos a los hombres como -administradores suyos-, de otra forma, no podríamos mas que ofrecer nuestras mismas acciones de gracias u oraciones. Por eso Cristo, instituye un ministerio y sacerdocio especial, para ministras a nosotros los hombres los frutos de su redención por todas las generaciones futuras, como dice Pablo en (1ª Cor 4:1) “Vean, pues, en nosotros a servidores de Cristo y a administradores de las obras misteriosas de Dios.”

-Juan: "¿Pero donde dice eso en la Biblia? Donde Dios perdona los pecados a los hombres por medio de hombres, yo insisto, solo Dios puede perdonar los pecados."

Luis: "Ok mira, permítame y te leo lo que dice la Iglesia en el catecismo;"

“Sólo Dios perdona los pecados. Porque Jesús es el Hijo de Dios, dice de sí mismo: "El Hijo del hombre tiene poder de perdonar los pecados en la tierra" (Mc 2,10) y ejerce ese poder divino: "Tus pecados están perdonados" (Mc 2,5 Lc 7,48). Más aún, en virtud de su autoridad divina, Jesús confiere este poder a los hombres para que lo ejerzan en su nombre.” (CIC # 1441).

“Lo que el catecismo dice es que aunque en efecto es cierto que “solo Dios puede perdonar los pecados”, les concede a sus apóstoles (enviados) este poder para que ellos lo ejerciten en su nombre, como también lo Pablo en (2ª Corintios 5:20) “Somos, pues, embajadores de Cristo, como si Dios os exhortase por medio de nosotros. Por Cristo os rogamos: Reconciliaos con Dios.”

- Roberto: “Humm… Bueno, eso parece que tiene sentido, ¿pero porque Dios querría que fueran solo los sacerdotes de la Iglesia Católica los que tuvieran ese poder? Además, donde se ve a los apóstoles confesando privadamente a las personas como se hace en la Iglesia Católica? Y donde dice la Biblia que Jesús les dejo ese poder a los Apóstoles?”

-Luis: “ Mira Roberto, una cosa que tenemos que dejar bien claro es que Jesús solo escoge de entre los discípulos suyos a ciertos candidatos para revestirlos de autoridad y poderes especiales, esto esta muy clarito en las Escrituras. Pero el poder único de perdonar o no perdonar dado únicamente a los Apóstoles este en… (buscando en sus notas), déjame ver si la memoria no me falla… esta en… ¡ah si este es! Mira, lo voy a leer despacio para ir reflexionando poco a poco.

Jn 20:21 "Díjoles otra vez: La paz sea con vosotros. Como me envió mi Padre, así os envío Yo."

“A ver Juan, tal vez recuerdes que en el Calvario nuestro Señor se quedo solo tras el abandono de todos sus apóstoles sus mas allegados y fieles amigos, excepto Juan, estarás de acuerdo con migo que al decir Jesús mas de una vez “La paz sea con vosotros”, les estaba perdonando sus ofensas y enseñándoles una vez mas la necesidad de perdonar, como lo había hecho en (Mateo 18:18) cuando Pedro le peguntaba: “Señor, ¿cuántas veces he de perdonar a mi hermano si peca contra mí? ¿Hasta siete veces? Dícele Jesús: No digo yo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete.” Mat 18:21-22, y es obvio que con la intención de ellos también a otros sus pecados. Ahora les pregunto, ¿Cuál fue la razón por la cual el Padre envió a su Hijo en primer lugar?”

-Juan: “Pues a perdonarnos nuestro pecados ¿que no?”

-Luis: “¡Exacto! Pero también Dios Padre envió a Jesús con Autoridad, esto esta en (Mat 28:18) “Y, acercándose Jesús, les dijo: Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra… y así yo los envío,”.

“Y esto para recalcar lo que había dicho antes, que Jesús antes de partir dio su autoridad plena a los apóstoles sobre como deberían de regir en materia distinta. Pero sigamos con el texto de Juan.”

Jn 20:22 “Diciendo esto, sopló y les dijo: Recibid el Espíritu Santo…"

“Ahora otra pregunta, ¿los Apóstoles ya habían recibido el Espíritu Santo si o no?”

-Juan: "Si , en Pentecostés…"

-Roberto: “Si, si es cierto ya lo habían recibido, y aquí recibieron un poquito mas.”

-Luis: “No Roberto, no recibieron un poquito mas, sino que recibieron un carisma o un poder diferente, ¿Qué fue lo que paso en Pentecostés lo recuerdan?”

-Roberto: “Si que todos se soltaron hablando en lenguas distintas y eso. ¿Pero que tiene que ver todo eso con lo que un cura puede hacer?”

-Luis: “Lo que quiero decir es que si El Espíritu Santo se manifestó en Pentecostés de una forma visible pero también real, y ese carisma les permitió expresarse en diferentes lenguas, de la misma manera este nuevo carisma dado por Jesús a los Apóstoles se manifestaría perdonando a otros sus pecados, como un carisma nuevo y distinto. Por eso vamos a leer en el siguiente versículo lo siguiente:”

Jn 20:23 "...a quienes perdonareis los pecados, les serán perdonados; a quienes se los retuviereis, les serán retenidos."

“Lo que nos dice este texto es que habría “pecados que confesar”, y la única forma que los podrían perdonar o no perdonar es que se confesara para después ser oída por los apóstoles, y después de eso tomar un juicio sobre ellos para asi perdonarlos o no, y aunque es cierto que la forma de confesar los pecados públicamente en la asamblea, paso a ser una practica privada entre el sacerdote ministro de Dios y el penitente, siempre tubo el mismo valor que antes, ya que no se cambio el poder recibido de Cristo sino la forma de administrarlo nada mas, como también se lee en el catecismo;”

“A lo largo de los siglos la forma concreta, según la cual la Iglesia ha ejercido este poder recibido del Señor ha variado mucho. Durante los primeros siglos, la reconciliación de los cristianos que habían cometido pecados particularmente graves después de su Bautismo (por ejemplo, idolatría, homicidio o adulterio), estaba vinculada a una disciplina muy rigurosa, según la cual los penitentes debían hacer penitencia pública por sus pecados, a menudo, durante largos años, antes de recibir la reconciliación. A este "orden de los penitentes" (que sólo concernía a ciertos pecados graves) sólo se era admitido raramente y, en ciertas regiones, una sola vez en la vida. Durante el siglo VII, los misioneros irlandeses, inspirados en la tradición monástica de Oriente, trajeron a Europa continental la práctica "privada" de la Penitencia, que no exigía la realización pública y prolongada de obras de penitencia antes de recibir la reconciliación con la Iglesia. El sacramento se realiza desde entonces de una manera más secreta entre el penitente y el sacerdote. Esta nueva práctica preveía la posibilidad de la reiteración del sacramento y abría así el camino a una recepción regular del mismo. Permitía integrar en una sola celebración sacramental el perdón de los pecados graves y de los pecados veniales. A grandes líneas, ésta es la forma de penitencia que la Iglesia practica hasta nuestros días.” (CIC #1447).

-Juan: “Bueno es muy interesante lo que dice, y la verdad nadie me lo había explicado de esa manera. Entonces, es posible que Dios pueda perdonarle a uno los pecados usando un medio como el sacerdote pecador?”

-Luis: “Así es Juan, mira te muestro un ejemplo, ¿Recuerdas el texto que mencionaba antes sobre el paralitico a quien Jesús curara, y como había mucha gente lo bajaron haciendo un agujero en el techo donde se encontraba?”

-Roberto: “Si, si lo recuerdo.”

-Luis: “Bueno permíteme y te lo leo en la Biblia”.

“Viendo Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados.” Mar 2:5

-Juan: “No entiendo que me quieres decir…”

-Luis. “Lo que te quiero decir es que Jesús perdono los pecados al paralitico (viendo Jesús la fe de los que lo llevaban) es decir la fe de estos sirvió (como un medio) por el cual Jesús le perdono los pecados, es algo parecido como un sacerdote ministra este sacramento, su ministerio y sus palabras es el medio o el conducto por el cual Dios concede el perdón al pecador, de una manera que el penitente esta seguro completamente que Dios le perdono sus pecados, independientemente si el padre es un pecador o no.

-Roberto. “Oiga Luis pero que me dice de (Mat 26:28); “… esto es mi sangre, la sangre de la Alianza, que es derramada por una muchedumbre, para el perdón de sus pecados.” (Mat 26:28). Si Cristo ya nos perdono nuestros pecados, ¿porque habría la necesidad de ir con alguien más para quien nos perdone los pecados? Cristo ya pago por todo, además no hay otro mediador entre Dios y los hombres mas que Cristo.” (1ª Tim 2:5).

-Juan: “Es cierto un buen punto, si Cristo ya pago, por todos nuestros pecados, ¿por que no ir directamente con el?”

-Ana. “Disculpen que me entrometa un segundo, pero yo creo que si los apóstoles hubieran entendido que habría que confesarle a Dios los pecados directamente lo habrían enseñado siempre ¿no lo creen?, pero vemos que no, porque Santiago 5:14-16 dice; “Reconozcan sus pecados unos ante otros.” Sant 5:16.

-Luis: “Es cierto lo que dice mi vieja. Mira Roberto, tu me citaste hace un momento (Mat 26:28), para justificar la idea de ir a confesar nuestros pecados directo con Cristo, leamos de nuevo el versículo; “… esto es mi sangre, la sangre de la Alianza, que es derramada por una muchedumbre, para el perdón de sus pecados.” Notaras que por ningún lado dice que la forma de obtener la remisión de nuestros pecados es orado nosotros mismos a Cristo, ¿verdad?”

Roberto: “Pues si, es cierto.” “¿Y que con el texto de 1ª Timoteo 2:5 que dice que solo hay un solo Mediador? Según el Nuevo Testamento, un cristiano no necesita a ningún mediador humano. Jesucristo es suficiente”.

Luis:“ No es así Roberto, según el Nuevo Testamento un cristiano si necesita mas de un mediador humano, aunque es cierto que (1ª Timoteo 2:5) se refiere a Jesucristo como el mediador por excelencia ante el Padre, el mismo Cristo ha querido vincular a los hombres haciéndolos participes de esa única mediación aquí en la tierra, y esto es por virtud de que es Hombre verdadero, ya que como dice Gal 3:20 (no se hablaría de un mediador si hubiera una sola parte, y Dios es uno solo). De no ser así el mandato de Cristo de mandar a sus apóstoles “a todas las gentes” Mat 28:18, y dotarlos de poderes especiales Cf Jn 20,23; Lc 10,16; Mat 16:19; Mat 10:1, hubieran sido en vano si el fuera el único medidor entre los hombres y Dios. En otras palabras mientras el ministra como Sumo Sacerdote en el cielo, los apóstoles y sus sucesores, ministran de parte suya los misterios sacramentales que el nos dejo, y la confesión sacramental o penitencia es uno de ellos.

Por eso mismo los apóstoles desde entonces enseñaron a ir con el anciano (Obispo) y no directo con Dios como decía mi esposa en este texto que ella les citaba anteriormente;”

“¿Hay alguno enfermo? Que llame a los ancianos de la Iglesia, que oren por él y lo unjan con aceite en el nombre del Señor. La oración hecha con fe salvará al que no puede levantarse y el Señor hará que se levante; y si ha cometido pecados, se le perdonarán.” Sant 5:14-15.

Roberto: “Bueno pues yo creo ya nos vamos a retirar, nos dio gusto dialogar con ustedes, ojala y algún día nos podamos volver a reunir a dialogar sobre otra tema.”

Luis: “Claro que si Roberto. ¡Ahh por cierto! mira, llévense este folleto sobre este tema para que si gustan estudiarlo mas.”

Roberto: “Oh ok, esta bien gracias.”

Juan: “Gracias por todo.”

Ana: “De nada, a ustedes por haber venido y por escucarnos.”

Antonio: “¿Los llevo muchachos? Bueno, pa que no digan que los católicos no los llevan a sus casas jejeje...”

Roberto “Jejeje… ok vamos, buenas noches don Luis y señora Ana.”

Luis: “Bunas noches que descansen y que Dios los bendiga.”

Después de que Roberto y Juan se han alejado, Luis y Ana deciden hacer una oración por ambos, pidiendo luz al Espíritu Santo para que ellos se abran a la verdad del evangelio, encomendado a ser custodiado a la Iglesia Catolica.

Dios te bendiga….

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