Antecedentes de la Inquisición.
Los Tribunales Apostólicos. En el siglo I DC, el cristianismo no solo se dedico a evangelizar sino también a mantener la Verdad del Evangelio protegida ante la herejía. El temor de que falsos profetas y maestros heréticos se levantaran era obvio y claro, por eso san Pablo advertía con sumo cuidado y sumo valor: “…no que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren deformar el Evangelio de Cristo. Pero aun cuando nosotros mismos o un ángel del cielo os anunciara un evangelio distinto del que os hemos anunciado, ¡sea anatema!” Epístola a los Gálatas. I,7-8. Sin embargo. Si ocurría alguna crisis dentro de la Iglesia, debía ser resulta dentro de la Iglesia. San Pablo nos deja un claro conocimiento de ello, en el Tribunal Cristiano de Corinto con la situación de incesto. Este crimen abominable, tachado como blasfemia y pecado mortal, era insoportable para el mismo san Pablo. Seria visible su enojo y repulsión. Pero el dejo en claro el tipo de procedimiento que