¿Estuvo San Pedro en Roma?
Tratando de negar el papado, muchos protestantes alegan que
Pedro nunca estuvo en Roma, y fundo junto con el Apóstol Pablo la Sede
apostólica en esa ciudad. A partir de este hecho, el no-católico no es tardo en
concluir que si puede probar que Pedro no estuvo en Roma, el papado es falso, y
agregara que es una impostura, o quizás que fue el solo una estrategia o
“movida chueca” de parte del la Iglesia Católica con el fin de extender su
poder político, y para tener “subordinados” a los miles de católicos hasta el
día de hoy.
El no-católico quizás intente luego mostrar a su favor algunos textos
bíblicos y razonamientos del porque Pedro no pudo haber estado en Roma. Sin embargo, en mi opinión, usted no debería tatar
de ponerse a la ofensiva o defensiva tratando de refutar o simplemente
responder a sus supuestos, sino antes bien plantear la siguiente pregunta:
Dígame Ud. ¿Porque la estancia de Pedro en Roma probaría que el papado es
falso? ¿O qué tiene que ver la estadía
de Pedro en Roma o que haya fundado la Sede apostólica ahí con el hecho de que
haya sido el escogido por Cristo para ser pastor supremo de la Iglesia? O
también: ¿En que afecta este hecho a la sucesión de los diferentes Papas?
Si bien, los católicos argüimos que el papado es cosa de
institución divina, cuando Jesús nuestro Señor le dio a Pedro las llaves del
Reino, (Mt 16), constituyéndole así líder infalible entre el colegio
apostólico. En todo caso, el objetor no-católico (para hacer su caso), debería
de centrar su argumentación en miras a rebatir este aserto católico, y no
perder el tiempo buscando y citando fuentes históricas de autores
anti-católicos y separatistas como tanto que pululan en la Red Cibernética.
Por lo tanto, es absurdo pues inferir que el papado empieza
en Roma, y a partir de la estadía y la fundación de la Sede apostólica en dicha
localidad por cualquier discípulo o Apóstol, es como surge o nace el papado, o
el obispado. Es como decir: “Puesto que este mole poblano no viene de Puebla no
es mole”. ¿Qué tiene que ver lo uno con lo otro? ¡Nada!
Como ya hemos dicho; Jesús ha confiado a Pedro una autoridad
específica de ser el que iría a llevar la batuta de guiar y pastorear en la fe
a toda la Iglesia Universal, en representación de Pedro o desde su oficina
apostólica hasta la segunda venida de Cristo nuestro Señor: "A ti te daré
las llaves del Reino de los cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en
los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos"
(MT 16,19). El poder de las llaves designa por tanto la autoridad para gobernar
la casa de Dios, que es la Iglesia.
“Jesús, "el Buen Pastor" (Jn 10:11), confirmó este
encargo después de su resurrección: "Apacienta mis ovejas" (Jn 21:15-17).
El poder de "atar y desatar" significa la autoridad para absolver los
pecados, pronunciar sentencias doctrinales y tomar decisiones disciplinares en
la Iglesia. Jesús confió esta autoridad a la Iglesia por el ministerio de los
apóstoles (cf. Mt 18:18) y particularmente por el de Pedro, el único a quien él
confió explícitamente las llaves del Reino.” (1)
¿Niega la Biblia que Pedro haya estado en Roma?
Debatiendo sobre este tema con un no-católico, me hacia la
siguiente pregunta:
“¿Cómo es posible que Dios se haya olvidado de mencionar la estadía de Pedro en Roma dirigiendo esa Sede si es algo tan importante para aclarar la cuestión del papado?”
Este es el típico argumento con que el no-católico tratara
usara para negar el papado.
Otra versión similar de este razonamiento:
“Si en la Biblia no hay una mención clara de parte de Dios de Pedro capitaneando o gobernando en dicha ciudad de Roma, es que entonces lo de la sucesión y lo del papado es solo un mito, una fabula bien barajada por los jerarcas católicos para tener a los fieles y a cuantos pueden bajo su, “dominio tiránico”.
El problema con este tipo de razonamiento es que también se
puede aplicar a otras cuestiones importantes que no se mencionan en la Biblia.
Por ejemplo, aplicando esta lógica a la Biblia misma, se podría preguntar: Si
la Biblia es tan importante, ¿porque el Espíritu Santo no habría documentado su
autovalidación, y auto-autenticación? Sin embargo, en ninguna parte de la
Biblia se nos informa de que libros en realidad deben de conformar la misma
Biblia. Por lo tanto, el argumento de que “debería haber sido documentado"
se derrota a sí mismo, cuando este se aplica a la misma Biblia que intenta
utilizar.
Por eso, "la ausencia de evidencia no es evidencia de
ausencia". Y es que los argumentos del silencio puede funcionar en ambos
sentidos. Por ejemplo, mientras que se podría tratar de negar que Pedro no fue
a Roma (porque la Biblia no lo dice), se pude también decir que la Biblia no
niega tampoco que Pedro si fue a Roma (porque la Biblia no lo niega).
Ahora bien, que si Dios no quiso dejar por escrito y en gran
detalle la estancia de Pedro en Roma, fue quizás (creo yo) porque Dios quiso suplir esto con algo mas importante
para nuestro crecimiento en la fe. De hecho, el fragmento de Muratori (ca. 170)
explica que el martirio de Pedro fue omitido de los Hechos de los Apóstoles porque
San Lucas eligió sólo registrar los acontecimientos que había presenciado
personalmente, pero no porque San Pedro no haya visitado esa ciudad, y haya
pasado algún tiempo ahí dedicado a la evangelización y fundación de la Sede de
Roma. (2)
En la Biblia si que se puede encontrar alguna evidencia
exigua aunque valiosa, que nos dan algunas pistas claves para apoyar el hecho
de que Pedro si estuvo en Roma en algún momento de su ministerio apostólico
como han mencionado apologistas católicos.
En su primera carta por ejemplo Pedro escribe:
1ª Pedro 5:13 Os saluda la que está en Babilonia, elegida
como vosotros, así como mi hijo Marcos.
“Os saluda” expresión común en las cartas de los apóstoles
cuando se dirigían a sus consiervos y a las demás comunidades cristianas. Esto
es un indicativo de que Pedro habla aquí representado también a una comunidad
cristiana.
La expresión: “La que
esta” también es otra expresión que designa una comunidad cristiana previamente
establecida.
“Desde Babilonia", era un nombre codificado para
referirse a la Roma imperial durante esos días de persecución (Cf. Apocalipsis
14:8, 16:19, 17:05, 18:2,10,21).
Algunos críticos y apologistas protestantes han
contra-argumentado en contra de lo antes dicho, citando a algunos “estudiosos”
actuales de que Babilonia no era ningún código para referirse a la Roma
imperial de aquel entonces. Sin embargo, es un hecho indisputable de que casi
todos los autores antiguos y estudiosos católicos y protestantes modernos y
actuales, la mayor parte de ellos ven designada en esta expresión a la Iglesia
de Roma, elegida como las Iglesias de los destinatarios.
Así lo expresa por ejemplo la Biblia Reina Valera
protestante en sus notas:
o 5.13 Los primeros cristianos usaban el nombre de Babilonia para referirse en forma velada a Roma, capital del imperio romano (Rev_14:8; Rev_17:5; Rev_18:2). Según parece, la epístola fue escrita en esta ciudad.
Otros comentaristas protestantes concuerdan también que este
nombre simbólico de Babilonia, procede del Antiguo Testamento. Según estos,
Babilonia en el Éufrates era enemigo hereditario de Israel y se consideraba
entre los judíos como arquetipo de impiedad y corrupción pagana. Entre los
judíos y cristianos de los tiempos de san Pedro se ha convertido, ya mucho después
de su destrucción, en encarnación del poder político que domina el mundo, y así
se aplicó este nombre a Roma, que era entonces la metrópoli de la potencia
mundial pagana.
Otra autoridad
protestante comentando sobre ese mismo pasaje escribe:
“En 1ª Pedro 5:13, el escritor envía saludos desde "la
que está en Babilonia, elegida juntamente con vosotros". Esto parece una
referencia a la iglesia local en Babilonia, pero es poco probable que Pedro
hubiera ido a la antigua capital del imperio de Nabucodonosor .... En la época
de Pedro era una ruina escasamente habitada (Cf. Isaías 14:23). En Apocalipsis
16:19 y 17:05, "Babilonia" se usa como un nombre críptico para Roma,
y Col 4:10 y Fil 24 (muy probablemente escritos en Roma) muestran que Marcos
estaba ahí junto con Pablo. En 2ª Timoteo 4:11 Marcos está en Asia Menor, y
Pablo manda por el para que venga, muy probablemente a Roma. " (3)
Otra evidencia bíblica la da el Apóstol Pablo en su carta a
los Romanos (15:20), en la que dice: “no anunciar el Evangelio sino solo allí
donde el nombre de Cristo no era aún conocido, para no construir sobre
cimientos ya puestos por otros”. Lo de: "otros", que habían predicado
ya el Evangelio en Roma antes de que Pablo, pudo bien haber sido trabajo de
Pedro y sus discípulos.
Las palabras de Juan 21:18, 19 aluden claramente al martirio
del apóstol Pedro, y se han escrito en la forma literaria de la profecía. El
autor de este capítulo es consciente de una tradición sobre el martirio de
Pedro. Hay también una posible referencia aquí a la crucifixión como la manera en
que Pedro habría de encontrar la muerte y dar testimonio. Aunque no hay que negar
que en cuanto a cuándo o dónde tuvo lugar la muerte de Pedro según el autor del
evangelio de Juan, no nos da ninguna pista sucinta.
Aquí hay otra:
"Parece cierto que Pedro pasó sus últimos años en Roma. Aunque el Nuevo Testamento hace silencio sobre tal suspensión, que se apoya en 1 Pedro 5:13, donde" Babilonia "es un nombre en clave para Roma…” “…para los primeros escritores como Clemente de Roma (c. 95), Ignacio de Antioquía (c. 107), e Ireneo (c. 180) era de conocimiento público que Pedro trabajó y murió en Roma." (El Diccionario Oxford de Papas Oxford Univ. Press, 1988, p. 6).
Testimonio de los escritores antiguos.
Existe evidencia histórica antigua muy fuerte de que Pedro
si viajo a esa ciudad y encontró el martirio ahí. San Ireneo por ejemplo hacia
el año 180 d.C, basa su argumento apologético sobre este hecho
Escribe:
“Pero como sería demasiado largo enumerar las sucesiones de todas las Iglesias en este volumen, indicaremos sobre todo las de las más antiguas y de todos conocidas, la de la Iglesia fundada y constituida en Roma por los dos gloriosísimos Apóstoles Pedro y Pablo, la que desde los Apóstoles conserva la Tradición y «la fe anunciada» (Rom 1,8) a los hombres por los sucesores de los Apóstoles que llegan hasta nosotros.” (4)
Pero quizás la evidencia mas antigua sobre el martirio de
los apóstoles Pedro y Pablo nos llega de un escrito apócrifo llamado la
Ascensión de Isaías y los escritos de San Clemente, en su Carta a los
Corintios.
“...Entonces surgirá Beliar, el gran príncipe, el rey de este mundo, que ha gobernado desde sus orígenes, y descenderá de su firmamento en FORMA HUMANA, el rey de la maldad, ASESINO DE SU MADRE, quien a su vez es el rey de este mundo, y él perseguira la planta que los 12 apóstoles del Amado han plantado, UNO DE LOS 12 SERA ENTREGADO EN SUS MANOS."
Esta es una clara referencia al emperador Nerón que asesinó
a su madre Agripina en el 59 dC, y puso a Pedro a muerte en febrero del año 68
dC No puede referirse a Pablo – ya que él fue decapitado en el año 67 de enero
de Helius, uno de los prefectos que quedo a cargo de Roma mientras Nerón estaba
de viaje en Grecia… (5)
“Pero, dejando los ejemplos de los días de antaño, vengamos a los campeones que han vivido más cerca de nuestro tiempo. Pongámonos delante los nobles ejemplos que pertenecen a nuestra generación. Por causa de celos y envidia fueron perseguidos y acosados hasta la muerte las mayores y más íntegras columnas de la Iglesia. Miremos a los buenos apóstoles. Estaba Pedro, que, por causa de unos celos injustos, tuvo que sufrir, no uno o dos, sino muchos trabajos y fatigas, y habiendo dado su testimonio, se fue a su lugar de gloria designado. Por razón de celos y contiendas Pablo, con su ejemplo, señaló el premio de la resistencia paciente.” (6)
Aunque San Clemente no nos informa aquí de una forma
directamente que Pedro fue martirizado en Roma,
si podemos teorizar que fue martirizado ahí, partiendo del hecho de que
sabemos que Pablo si sufrió el martirio ahí, y de que según podemos inferir por
San Clemente mismo, posiblemente sufrieron el martirio juntos: cuando escribe
“…fueron perseguidos y acosados hasta la muerte” “…Por causa de celos contienda
y envidia.”
Tertuliano hacia el año 210 d.C escribia:
“Qué bienaventurada es aquella Iglesia (de Roma), en la que los Apóstoles depositaron toda su doctrina junto con su sangre, donde Pedro soportó una pasión como la del Señor, donde Pablo soportó una muerte como la de Juan (el Bautista), donde el apóstol Juan, después de haber sido inmerso en aceite hirviendo sin padecer daño alguno, fue desterrado a una isla.” (7)
El historiador Eusebio de Cesárea ya en el siglo III estaba
al tanto de este hecho, además de que confirma que Pedro escribió su primer
epístola desde esa ciudad de Roma cuando escribe:
“Se dice que también este apóstol, cuando por revelación del Espíritu tuvo consciencia de lo que había llevado a cabo, comprendió el ardor de ellos y estableció el texto para el uso en las iglesias. Clemente, en el libro VI de sus Hypotyposeis, refiere este hecho, y el obispo de Hierápolis, llamado Papías, lo confirma con su testimonio. Pedro menciona a Marcos en la primera Epístola, la cual dicen que fue escrita en Roma; y el mismo Pedro lo indica cuando la llama metafóricamente Babilonia, como sigue: «La iglesia que está en Babilonia, elegida juntamente con vosotros, y Marcos mi hijo, os saludan.” (8)
"Finalmente Pedro, habiendo venido a Roma, fue crucificado cabeza abajo; porque él mismo solicitó que quería sufrir de esa manera…" (9)
Testimonio de otros padres:
Lactancio (316-320 d.C) en “La muerte de los perseguidores”
escribió:
“Siendo él [Nerón] un despreciable y perverso tirano, se apuró a realizar la obra de destrucción del templo celestial [la Iglesia] y de destruir la justicia. Él fue el primero en perseguir a los siervos de Dios. A Pedro lo clavó en una cruz, a Pablo lo decapitó.".
San Jerónimo (395 d.C) en “Vidas de hombres ilustres I”
escribió:
"[De manos de Nerón, Pedro] recibió la corona del martirio, siendo clavado a la cruz, con su cabeza hacia el suelo y sus pies hacia arriba, asegurando que él no era digno de ser crucificado del mismo modo que lo había sido su Señor."
San Cipriano, Epístola 52, el 251 dC, A Roma la describe
como "el lugar de Pedro."
Dios te bendiga.
Referencias:
––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––
1. Catecismo Iglesia Católica 553.
3. New Bible Commentary, 21st Century Edition 1994.
4. Contra herejes, libro 3. Cap. 3,2. (La obra puede ser
consultada aquí: http://multimedios.org/docs/d001092/p000005.htm#4-p0.4.1.3)
5. La ascencion de Isaias Cap. 4:2f.
http://www.hope-of-israel.org/petrome.htm
6. Epístola a los corintios. Cap.5 http://www.mercaba.org/TESORO/clemente_de_roma.htm
7. De praescriptione haereticorum Cap. 36.
8. Historia Eclesiástica, Libro 2, 15, 2. http://escrituras.tripod.com/Textos/HistEcl02.htm#XV
9. Orígenes, 240 d.C. “Comentario al libro del Génesis III.
* Nota:
De hecho, y de acuerdo a los teólogos, incluso si el sucesor
de San Pedro es puesto en exilio por X motivo y no puede regresar por muchos
años a la Sede de Roma, el sigue siendo pastor universal y sucesor del Apóstol
Pedro, reteniendo así el titulo de: –Obispo de Roma– donde quiera que el este.
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