¿Es pecado beber alcohol?
Quiero empezar por decir que en lo particular no tomo
alcohol, vino o cerveza, solo con la excepción de una ocasión especial si bebo
una o dos cervezas o algún shot de tequila, como en algún fiesta familiar
cuando nos reunimos a celebrar algún cumpleaños o la visita de algún amigo a
familiar que vive lejos.
En nuestra familia, por desventura tenemos un familiar que
si tiene el vicio de tomar licor, y aunque le hemos reiterado que deje ya el
vicio, parece que le resulta difícil hacerlo.
Y es que el problema con el alcohol como las demás drogas
poco a poco hacen a la persona co-dependientes de ellas, llevándole
paulatinamente a la auto-destrucción física y por ende al pecado. Lo que empezó
por “una probadita”, se convierte después en un vicio difícil de erradicar. Con
justa razón decía el apóstol Pedro: “…uno se hace esclavo de aquel que lo
domina.” 2ª Pe 2:19
Por eso creo yo es importante el cuidado de los padres desde
temprano edad en vigilar al sus hijos adolecentes, o como dice el dicho: los
padres son la mejor anti-droga. Lo malo del caso es que Alrededor de 7 millones
de niños americanos tienen padres alcohólicos. Los psiquiatras de niños y
adolescentes saben que estos niños tienen un riesgo mayor para desarrollar
problemas emocionales que los hijos(as) de padres que no son alcohólicos. El
alcoholismo corre en familias, y los niños de padres alcohólicos tienen cuatro
veces mayor probabilidad de ser alcohólicos que otros niños.
¿Qué enseña la Iglesia?
Entre otras cosas, la Iglesia nos enseña que los vicios o
malos hábitos se contrastan con buenos hábitos y virtudes.
“La virtud de la templanza conduce a evitar toda clase de
excesos, el abuso de la comida, del alcohol, del tabaco y de las medicinas.
Quienes en estado de embriaguez, o por afición inmoderada de velocidad, ponen
en peligro la seguridad de los demás y la suya propia en las carreteras, en el
mar o en el aire, se hacen gravemente culpables.” Catecismo # 2290
Continua el Catecismo sobre este mismo tema:
El respeto de la salud
2288 La vida y la salud física son bienes preciosos confiados por Dios. Debemos cuidar de ellos racionalmente teniendo en cuenta las necesidades de los demás y el bien común. El cuidado de la salud de los ciudadanos requiere la ayuda de la sociedad para lograr las condiciones de existencia que permiten crecer y llegar a la madurez: alimento y vestido, vivienda, cuidados de la salud, enseñanza básica, empleo y asistencia social.
2289 La moral exige el respeto de la vida corporal, pero no hace de ella un valor absoluto. Se opone a una concepción neopagana que tiende a promover el culto del cuerpo, a sacrificar todo a él, a idolatrar la perfección física y el éxito deportivo. Semejante concepción, por la selección que opera entre los fuertes y los débiles, puede conducir a la perversión de las relaciones humanas.
2290 La virtud de la templanza conduce a evitar toda clase de excesos, el abuso de la comida, del alcohol, del tabaco y de las medicinas. Quienes en estado de embriaguez, o por afición inmoderada de velocidad, ponen en peligro la seguridad de los demás y la suya propia en las carreteras, en el mar o en el aire, se hacen gravemente culpables.
2291 El uso de la droga inflige muy graves daños a la salud y a la vida humana. Fuera de los casos en que se recurre a ello por prescripciones estrictamente terapéuticas, es una falta grave. La producción clandestina y el tráfico de drogas son prácticas escandalosas; constituyen una cooperación directa, porque incitan a ellas, a prácticas gravemente contrarias a la ley moral.
La Biblia advierte contra la embriaguez y de la adicción,
que son los dos principales riesgos del alcoholismo y enseña que nuestro
objetivo es ser el opuesto exacto (Tito 2:6, 1ª Pedro 1:13). Y advierte San
Pablo: "No se emborrachen, pues el vino lleva al libertinaje; más
bien llénense del Espíritu." Efesios 5:18
A continuación algunas citas bíblicas que tratan la cuestión
del consumo de bebidas embriagantes.
Pro 20:1 El vino lo pone a uno sarcástico, el alcohol
excita: el que se da a ellos no será un sabio.
Pro 21:17 El que ama el placer terminará en la pobreza,
nadie se enriquece corriendo tras el vino y los perfumes.
Pro 23:20 No te juntes con bebedores de vino y con los que
se hartan de carne.
Pro 23:21 porque el borracho y el glotón se empobrecen, y el
holgazán irá vestido de harapos.
Pro 23:30-33 No te dejes fascinar por el vino: ¡qué rojo más
hermoso, transparente en la copa, y cómo baja! Acabará mordiéndote como una
serpiente, te picará como una víbora. Ya no sabrás lo que ves y te pondrás a
decir estupideces.
Isa 5:22 ¡Pobres de los que son valientes para beber vino, y
campeones para mezclar bebidas fuertes,
Mat 24:46-51 Afortunado será este servidor si, al venir su
señor, lo encuentra cumpliendo su deber. En verdad les digo: su señor lo pondrá
al cuidado de todo lo que tiene. No será así con el servidor malo que piensa:
"Mi señor se ha retrasado", y empieza a maltratar a sus compañeros y
a comer y a beber con borrachos. El patrón de ese servidor vendrá en el día que
no lo espera y a la hora que menos piensa. Le quitará el puesto y lo mandará
donde los hipócritas. Allí será el llorar y el rechinar de dientes.
Luc 21:34,35 Cuiden de ustedes mismos, no sea que una vida
materializada, las borracheras o las preocupaciones de este mundo los vuelvan
interiormente torpes y ese día caiga sobre ustedes de improviso, pues se
cerrará como una trampa sobre todos los habitantes de la tierra.
Gal 5:19,21 Es fácil reconocer lo que proviene de la carne:
libertad sexual, impurezas y desvergüenzas;" culto de los ídolos y magia;
odios, ira y violencias; celos, furores, ambiciones, divisiones,
sectarismo" y envidias; borracheras, orgías y cosas semejantes. Les he
dicho, y se lo repito: los que hacen tales cosas no heredarán el Reino de Dios.
Rom 14:21 Mejor es abstenerse de carne, vino o de cualquier
otra cosa, si eso puede ser causa de tropiezo para tu hermano.
Rom 13:12 La noche va muy avanzada y está cerca el día:
dejemos, pues, las obras propias de la oscuridad y revistámonos de una coraza
de luz.
Rom 13:13 Comportémonos con decencia, como se hace de día:
nada de banquetes y borracheras, nada de prostitución y vicios, nada de pleitos
y envidias.
Rom 13:14 Más bien revístanse del Señor Jesucristo, y no se
dejen arrastrar por la carne para satisfacer sus deseos.
1ª Ped 4:3 Ya es bastante el tiempo que dimos a todo lo que
buscan los paganos: excesos, pasiones, borracheras, orgías y culto de los
ídolos.
En concusión sobre el aspecto bíblico sobre bebidas
embriagantes y borrachos:
Es obra de la carne: Gal5:22, degradante y quita el juicio,
especialmente a sacerdotes y profetas, Isa_28:8, Ose 4:11. Conduce a la
pobreza, a la ruinas, al dolor, tristeza, error, al menosprecio de las obras de
Dios, a pendencias y disoluciones, Pro 21:17; Pro 23:21; Pro 23:29-30; Isa
5:12; Isa 28:7; Isa 56:12; Rom 13:13; Ose 7:5. Excluye del cielo: 1ª Cor 6:10;
Gal 5:21. Hay que evitar las tentaciones: Luc 21:34; Pro 23:31; Dan 1:8; Luc
1:15. Apartaos de los borrachos, 1Cor 5:11; Pro 23:20: Si se puede
dejar. ¡Todo se puede en Cristo!: (Flp 4:13; Jn 16:23).
Pero para la cuestión que nos ocupa: ¿Es pecado beber
alcohol? La mejor respuesta que puedo dar es que eso depende, depende de que
tanta cantidad se consuma, y si esta te lleva a la embriaguez, al grado de
pecar de gula y de hacerle daño a tu cuerpo.
Por lo tanto, el consumo moderado de bebidas embriagantes no
es pecado, se comete pecado cuando se abusa en el consumo hasta el punto de la
embriagues.
“La embriaguez es pecado, y pertenece a la gula como una
especie a su género, porque la gula se divide en comilonas y borracheras y
embriaguez, todas estas prohibidas por el Apóstol “ (Suma
Teologia II-II Qu.150 a.1).
Pablo en
el texto de (Romanos 16:3).”
La mejor cura para el alcohólico es la abstinencia. Debido a
que el alcohólico ha perdido su fuerza de voluntad y no puede controlar su
hábito, debe someterse a un programa de tratamiento bajo supervisión médica,
psicológica o espiritual. La fe en Dios y el apoyo de la familia, que es un
elemento indispensable, son de gran ayuda para la persona que desea librarse de
este mal.
La abstinencia del alcohol trae consigo muchas cosas
positivas, entre ellas:
Vida más larga.
El abstemio disfruta de mejor salud durante más años que el
bebedor. Algunos opinan que el no bebedor vive doce años más que el alcohólico.
Seguridad en el trabajo.
Nadie puede mantener a una familia sin trabajar.
Lamentablemente el hábito de beber hace perder su trabajo a muchos que lo
necesitan. En cambio, el alcohol no puede privar de su trabajo a los abstemios.
Vida familiar más feliz.
Los abstemios tienen hogares más felices. Un hogar donde
reinan la paz y la tranquilidad es un lugar ideal para el desarrollo de los
hijos. Mucha gente desea tener felicidad en el hogar, pero no la consigue. El
abandono de las bebidas alcohólicas es un primer paso dado hacia la felicidad
de la familia.
Dominio de sí.
El evitar las personas, las circunstancias, los ambientes en
donde el alcoholismo es dominante ayuda a la persona a esquivar ocasiones de
caer en la tentación. Pero también muy importante es el estimular la virtud de
la templanza para dominar el apetito concupiscible y mantener la razón dentro
de los límites que la prudencia anota.
Armonía personal.
Los que no beben disfrutan de mayor armonía en la mente, en
el cuerpo y en el espíritu. Les causa satisfacción el hecho de no estar
esclavizados al alcohol, sirven de ejemplo para sus amigos y mantienen una
relación satisfactoria con Dios, quien desea lo mejor para la vida para sus
hijos.
Dios te bendiga
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