El diezmo protestante, doctrina de hombres.
Por Martin Zavala, M.P.D.
El diezmo tal como hoy es enseñado por la mayoría de las sectas de dar el 10% del ingreso en dinero no existe en las páginas de la Biblia.
1.- El diezmo nunca se dió en dinero o moneda, sino en comida y animales
Siempre que se habla en la Sagrada Escritura del diezmo, ése se daba en especie, ya sea de frutos o de animales (cfr. Gn 4,3-7; Lv 27,30-32) y no en dinero, a pesar de que sí había éste (cfr. Gn 47,13-18).
Era exclusivamente del fruto de la tierra o de animales; ni siquiera se menciona dar algo de la minería, comercio, carpintería, o diversas ocupaciones profesionales. Nótese que en el libro del Levítico capítulo 27,30-31 si alguien quería pagar algo en dinero tenía que dar el 20% más del valor real del animal o fruto. Obviamente no era dinero lo que Dios quería. Se ha usado mucho en ambientes protestantes el libro de Malaquías para presionar a dar el 10% cuando en realidad allí se está hablando de alimento: «Entreguen, pues, la décima parte de todo lo que tienen al tesoro del templo, para que haya alimentos en mi casa...» (Mal 3, 10a).
Hay cientos de citas bíblicas donde dice una y otra vez: cosecha y animales. ¡El enfoque del diezmo era agrícola y ganadero! Era comida: comida para el levita, comida para el forastero, comida para la viuda, comida para el huérfano, y Dios no cambia de tema en el libro del profeta Malaquías.
Éstas son las palabra textuales de un escritor protestante que está en contra del diezmo:
«La próxima vez que un pastor o uno de los ancianos, diáconos o evangelista ponga sentimientos de culpabilidad en usted sobre el diezmo, compre un camión cargado de trigo y descárguelo sobre el púlpito, y mire su reacción».
Una cosa es buscar lo que la Biblia dice sobre el diezmo, y otra, muy diferente, es usar pasajes bíblicos para que la gente crea lo del 10% de su sueldo. De dar el diezmo en especie algunos han cambiado la enseñanza del Antiguo Testamento para pedir dinero.
2.- El diezmo era para los levitas, viudas y huérfanos, no para el pastor
El diezmo servía para el sostenimiento de los levitas porque éstos no tenían herencia en la tierra como las otras tribus: «Los diezmos que los hijos de Israel separan para ofrecerlos a Yavé se los doy a los levitas como herencia. Por eso les he dicho que no tendrán heredad entre los hijos de Israel» (Nm18, 21 24; cfr. Dt 14,27).
De este fondo también se tomaban ciertas porciones para aliviar las necesidades de los extranjeros, los huérfanos, y las viudas. Al tercer año el diezmo de ese año debía ser entregado directamente en las aldeas locales: «Cada tres años separarás el diezmo de todas las cosechas del año, pero lo guardarás en tu ciudad. Vendrá entonces a comer el levita, que no tiene herencia propia entre ustedes, y el extranjero, el huérfano y la viuda, que habitan en tus ciudades, y comerá hasta saciarse...» (Dt 14, 28-29; cfr. 26, 12-13).
De hecho Los rabinos judíos actuales no piden el 10% para ellos porque conocen perfectamente la Ley y saben que el diezmo en especie era solamente para los levitas. El 10% del salario para el jefe, pastor o líder no ha existido nunca en la Biblia, excepto por parte de «predicadores» o «servidores» que exigen para sí mismos en el nombre de Dios lo que Dios nunca ha pedido para Él.
3.- El diezmo era una ley para los judíos en el Antiguo Testamento
Es por eso que las sectas protestantes que lo exigen tienen que recurrir a mencionar citas de la Antigua Alianza y, sobre todo, a Malaquías para poder hacer creer a la gente que es bíblico; pero no mencionan que eso era para el pueblo de Israel, que fue con el que Dios había hecho esa alianza, y nosotros no somos judíos, sino cristianos. Pertenecemos a la nueva alianza: «Ésta es mi sangre, sangre de la Alianza nueva y eterna» (Lc 22,20; cfr. Hb 10,9; Gal 3,23-25); ésta es lograda con la muerte y resurrección de Jesucristo, y ahora Él es nuestro Señor. Incluso san Pablo corrige a los que quieren volver a vivir bajo la Ley (cfr. Gal 4, 21-26).
Desafortunadamente algunos, por no tener este conocimiento, inconscientemente están mezclando las dos alianzas como si fuera lo mismo. En ratos son cristianos, y al dar el diezmo son moisesianos. De todas maneras, si alguien quiere darlo porque está en la Ley de Moisés, no debe olvidar que el apóstol Santiago dice que la Ley era un todo o nada empaquetado; a una persona no le era permitido escoger lo que le gustara de ella -como si fuera un menú religioso- y dejar a un lado lo que no le pareciera bien. «Porque cualquiera que guarda toda la Ley pero ofende en un solo punto se ha hecho culpable de todo» (Stgo 2,10). Si un protestante desea seguir la Ley, debe circuncidarse, guardar el sábado, no comer sangre, dar el diezmo, no comer pescado sin escamas, apedrear a los que violan la Ley, etc. O todo o nada.
Por eso los cristianos en el Nuevo Testamento nunca dieron ni hablaron del diezmo ni de las otras cosas que acabamos de mencionar. Ni modo, por eso hay muchos queriendo ser pastores protestantes para poder trasquilar a sus ovejas tranquilamente en el nombre de Dios.
4. Ni Jesús ni los apóstoles pidieron o mandaron pedir el diezmo
No existe una sola cita del Nuevo Testamento en la que Jesús o alguno de los apóstoles digan que hay que pagar el diezmo, y menos todavía que eso fuera el 10% del salario. Ni siquiera el de los alimentos y animales. En los Evangelios solamente viene tres veces la palabra diezmo, y habla de los fariseos que lo daban (cfr. Mt 23,23; Lc 11,42), y, por cierto, no habla nada bien de ellos, y en el caso mencionado en Lc 18,12-14, el que daba el diezmo no salió ni justificado ni bendecido.
En la carta a los Hebreos sólo se menciona el diezmo que dio por única vez Abraham a Melquisedec, y era parte de un «botín» de guerra. En el Nuevo Testamento se habla de ayuda, colecta, apoyo, compartir todo lo que tenían, pero nunca del 10% semanal y en dinero. ¿Por qué nunca se le ocurrió a san Pablo mencionar a Moisés o a los profetas en relación con el diezmo, o bien soltarle a los cristianos el pasaje de Malaquías: «ustedes están robando a Dios», como muchos predicadores modernos lo hacen? Pues porque él sabía que vivía bajo una Nueva Alianza y estilo nuevo de dar con el corazón.
5.- La Iglesia primitiva no cobraba el 10% semanal del salario
Los historiadores de la Iglesia lo dejan muy claro: la comunidad primitiva no se financió con diezmo de ninguno tipo. El Diccionario Hasting dice de la Iglesia primitiva: «Se admite universalmente que el pago de diezmos o décima parte de las posesiones, para propósitos sagrados no encontró un lugar dentro de la Iglesia cristiana durante la edad cubierta por los apóstoles y sus sucesores inmediatos». De la misma manera dice la Nueva Enciclopedia Católica: «La Iglesia primitiva no tuvo sistema de diezmos... no había ninguna necesidad de mantenerlo, ni que existiera o fuese reconocido en la Iglesia, sino que los otros medios parecieron bastar».
Por eso la Iglesia católica usa la palabra «diezmo» sólo con el significado de una ayuda equivalente al de un cierto tiempo de trabajo, nunca con el de un 10% obligatorio. Algunos sí gustan dar ese 10%, pero sólo como un compromiso libre y personal de apoyar la evangelización, fruto del amor a Jesucristo y a su Iglesia, pero jamás porque exista un motivo bíblico.
Al parecer, los promotores protestantes del 10% del salario en diezmo no han leído la historia del cristianismo primitivo. Si alguien lo quiere dar por gusto, tradición o decisión propia, cada cual es libre de gastar donde quiera su dinero; pero que nadie le haga creer a otro cosas que no enseña la Biblia. Cuidado, hay pastores que abusan. Sin duda que este tema le gustará a protestantes que ya estan cansados de que los expriman con el cuento del diezmo del 10% semanal en dinero. Usted puede ayudarlos y practicar una obra de misericordia compartíendoles este tema.
(Fuente: Catolico: Defiende tu Fe)
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