La santa muerte, personificando el mal.
«Mas por envidia del diablo entró la muerte en el mundo, y la experimentan los que le pertenecen» (Sb 2 23-24) Los narcotraficantes, sicarios y criminales han inventado una imagen religiosa acorde a sus mismas actividades criminales. Le rezan y consagran sus faenas delictivas con rituales de magia ofreciendo inciensos, tequila, tabaco y velas para salir favorecidos gracias a la influencia de esta deidad. En otras palabras, como en el cielo no hay santos que se apiaden de ellos y les consecuente sus criminalidades se han forjado los suyos propios; Malverde y la santa muerte. “La niña blanca” o “flaquita”, como muchos le llaman, no es nada unicamente la representación de un esqueleto que sus fieles devotos visten y oran como si se tratase de un ser real con poderes sobrenaturales y todo, sino todo un mercado donde se distribuyen todo tipo de mercancía desde un perfumes, hasta oraciones y amarres y diversos articulos relacionados al culto de la "santa Muerte". Este culto