Pedro primer Papa
Mateo 16:16-19- “Y respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. Y respondiendo Jesús, le dijo: Bienaventurado eres Simón hijo de Jonás; porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en el cielo. Y yo también te digo que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia, y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella. Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en el cielo; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en el cielo.”
Jesús le da las llaves del reino de los cielos a Pedro, y declaro que todo lo que atare en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatare en la tierra será desatado en los cielos. Aunque los 12 discípulos se juntaron para este evento, Jesús solo le dijo estas cosas a San Pedro.
Jesús edifica su Iglesia sobre Pedro.
Jesús dice: «tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia». La palabra «esta» – como en esta roca – viene del griego “taute”, el pronombre demostrativo. Su significado es «esta misma» roca. “Taute” es usado cuando «es preciso llamar la atención con una énfasis especial hacia el objeto designado, ya sea en la región física del orador o el contexto literario del escritor.» (H. E. Dana y J. R. Mantey, A Manuel Grammar of the Greek New Testament «Un Manual de Gramática del Griego del Nuevo Testamento», edición inglesa, 127). En la Biblia versión de King James, taute es traducido a «the same» o sea «el mismo» que viene en 1 Corintios 7:20, y, «this same» o sea «este mismo» en 2ª Corintios 9:4.
Por lo tanto, la declaración de Jesús a Pedro tiene este sentido: tú eres Pedro y sobre (esta misma piedra) edificaré mi iglesia. Desde el contexto dado, «esta roca» se refiere naturalmente a Pedro. Lo que pasa es que Jesús también cambio el nombre de Simón a un nombre que significa «roca». Pero vamos a ver más sobre este punto en seguida.
El cambio de nombre.
Jesús cambió el nombre de Simón a Pedro, solo poco antes de que le declarara: «y sobre esta roca edificaré mi iglesia».
Mateo 16:17-18- “… Bienaventurado eres Simón hijo de Jonás… Y yo también te digo que tú eres Pedro…”
En el Antiguo Testamento un cambio de nombre denotaba una designación o una llamada especial o un cambio de estatus. En el Génesis, leemos lo siguiente sobre Abraham:
Génesis 17:5- “Y no se llamará más tu nombre Abram, sino que será tu nombre Abraham, porque te he puesto por padre de muchedumbre de gentes.”
Dios cambió el nombre de Abram a Abraham porque el nuevo nombre denotaba su oficio especial como (un líder) del pueblo de Dios. Abraham fue elegido para ser el padre de muchedumbre de gentes. (También fue llamado «roca», como demostraremos). En el hebreo Abram significa un padre superior, pero Abraham significa el padre de la multitud.
Del mismo modo, en Génesis 32:28, leemos que Dios le cambió el nombre de Jacob a Israel, a fin de representar su oficio o posición especial. Por lo tanto, aparte de las demás cosas importantes que Jesús le dice a San Pedro en Mateo 16, el cambio del nombre de Simón a Pedro sirve para afirmar la posición especial y su nuevo.
Las llaves.
Mateo 16:19- “Y a ti [Pedro] te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en el cielo; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en el cielo.”
A ningún otro apóstol fue dado las llaves del reino de los cielos. En Mateo 18:18, leemos que todos los Apóstoles recibieron el poder de atar y de desatar; pero solo a Pedro se le prometió las llaves del reino de los cielos en Mateo 16:19. Esto nos demuestra que el poder que se les dio a todos los Apóstoles de atar y de desatar en Mateo 18:18 debe que ser ejercido bajo las llaves que recibió solamente Pedro. Pedro tiene una posición única de la autoridad en la Iglesia.
Las llaves hacen referencia a Is 22 como primer ministro.
Aquí es donde se pone bien interesante. La mayoría de la gente desconoce que esta referencia a las llaves del reino de los cielos en Mateo 16:19 (y el poder de Pedro de atar y desatar que vienen ellas) viene de Isaías capítulo 22. Las palabras de Jesús a Pedro en Mateo 16 son una referencia al oficio del primer ministro del reino en el Antiguo Testamento.
Isaías 22:22- “Y pondré la llave de la casa de David sobre su hombro; y abrirá, y nadie cerrará; cerrará, y nadie abrirá.”
Notas que el lenguaje claramente paralela Mateo 16:19. En el Antiguo Testamento, Dios estableció una alianza (pacto) con David con el fin de establecer un reino. La monarquía Davídica, el reino de Dios sobre la tierra, estaba destinado a ser un prototipo del reino de Dios que Jesucristo iba a establecer. Por eso, en los Evangelios, Jesús es llamado el hijo de David. También es la razón porque el Evangelio de Mateo tiene reino como uno de sus temas principales. También es la razón porque Pedro dice el mismo en Hechos 2:30 que Jesús está sentado sobre el trono de David. Lucas 1:32 dice lo siguiente sobre Jesús: «Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo: y le dará el Señor Dios el trono de David su padre…»
Jesús está sentado sobre el trono de David. Pero el reino de Jesús es una espiritual; su reino es su Iglesia. El reino de Jesús no solamente cumplió el prototipo o sea el reino de David, sino más bien lo sobrepaso. El punto es que el reino de Jesús está configurado a lo largo de líneas similares.
Jesús claramente estaba haciendo de Pedro su primer ministro.
En el reino de David no solo había un rey que reinaba a todo el pueblo, pero el rey tenía ministros reales. El rey tenía ministros reales o principales. Se ve esta referencia de los ministros reales (o sea estos principales o ministros reales del rey) en 2 Samuel 8 (o en la biblia católica es 2 Reyes 8). También se mira esta referencia en 1 Reyes 4 (3 Reyes 4 en la biblia católica) y entre otros lugares. En este ministro real, existía ministros de la defensa, ministros del comercio, de las provisiones, etc.
No obstante, de todos los ministros del rey, solo había uno que sobresalía con autoridad sobre todos los demás. Ese era el primer ministro, el quien tenía poder sobre la casa del rey. Ahí es esta donde la verdad fascinante de Isaías 22 se convierte pertinente a Mateo 16.
Leemos en Isaías 22 que el primer ministro Tenia la llave de la casa de David. Permítanme repetir eso: el primer ministro tenía la llave de la casa de David. Esta llave representaba la autoridad del primer ministro sobre la casa del rey.
Isaías 22:20-22- “Y será que, en aquel día, llamaré a mi siervo Eliaquim, hijo de Hilcías; Y lo vestir de tus vestiduras [de Sebna], y le fortaleceré con tu talabarte, y entregaré en sus manos tu potestad; y será padre al morador de Jerusalén, y a la casa de Judá. Y pondré la llave de la casa de David sobre su hombro; y abrirá, y nadie cerrará; cerrará, y nadie abrirá.”
Notas que el primer ministro tenía las llaves de la casa de David. También miramos que se le fue encomendado «potestad», y que sería el «padre al morador de Jerusalén».
En Isaías 22 el primer ministro del reino era un hombre llamado Sebna. Isaías 22:15 dice que Sebna era «el mayordomo» – que viene siendo que está encargado de la casa del rey. Después Sebna dejo el oficio como el Primer Ministro y fue sustituido por un hombre llamado Eliaquim. Luego leemos que la llave del reino, la que tenía Sebna, fue dada a Eliaquim por el Rey Ezequías (el sucesor de David que estaba reinando como rey en aquel entonces). El Rey Ezequías le dio la llave del reino a Eliaquim porque Eliaquim sucedió a Sebna en la oficina del primer ministro.
Eliaquim ahora tenía la llave de la casa de David. Por el hecho de que tenía la llave, todos reconocían a Eliaquim como el primer ministro del rey. Piensa en la similitud a Mateo 16. En Isaías 22:22, vemos la clara referencia de la llave del reino siendo pasada, así como Jesús le da las llaves a San Pedro. Además, la declaración que con la llave «abrirá, y nadie cerrará; cerrará, y nadie abrirá» es asombrosamente similar con lo que Jesús le dijo a San Pedro en Mateo 16:19, cuando él le dio las llaves del reino de los cielos: «todo lo que atares en la tierra será atado en el cielo; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en el cielo». El significado de esto debe ser muy evidente.
Jesús se sienta sobre el trono de David. Entonces cuando Jesús viene a establecer su reino (su Iglesia), que es el cumplimiento del reino de David, Él asimismo nombra su ministro real: sus Apóstoles. Pero de esos ministros reales (sus Apóstoles), hay un primer ministro que tendrá poder sobre todos los demás ministros y sobre todos los miembros del reino. Este primer ministro es él quien tendrá las llaves del reino de Jesús y se le dará la primacía en la Iglesia de Jesús para encargarse de los asuntos del reino de Jesús.
Cuando Jesús le dijo a Pedro, «Y á ti daré las llaves del reino de los cielos», hubiera sido una clara indicación a todo judío informado de que Jesús iba a hacer a San Pedro su primer ministro. Él estaba declarando que San Pedro sería el primer papa – el presidente o gobernador de su Iglesia. Esta es una prueba poderosa e irrefutable que Jesús en realidad estaba diciendo que San Pedro sería el primer papa en Mateo 16:18-19.
La piedra de Mt 16:18 es Pedro
Mateo 16:18- “Y yo también te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi iglesia; y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella.”
En realidad es muy obvio que Pedro es él quien Jesús describió como la piedra. Pero los protestantes levantan todo tipo de objeciones sobre este punto.
Objeción: Pedro no puede ser la Piedra porque Jesús es el único fundamento y Piedra.
1 Corintios 3:11- “Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo.”
Aquellos que levantan esta objeción no realizan que la Biblia habla sobre todos los Apóstoles como fundamentos.
Apocalipsis 21:14- “Y el muro de la ciudad tenía doce fundamentos, y en ellos los doce nombres de los doce apóstoles del Cordero.”
¿Acaso hay una contradicción entre el Apoc. 21:14 y 1 Cor. 3:11? No, claro que no. El hecho de que Cristo es el único fundamento, como enseña 1 Cor. 3:11, simplemente significa que todo viene de Cristo. Toda verdadera autoridad en la Iglesia debe venir de Cristo porque la Iglesia por sí misma viene de Cristo. Todo lo que esta fuera de Cristo es un falso fundamento.
La autoridad de Pedro viene precisamente de Jesucristo, así como demuestra Mateo 16. Por tanto, es muy obvio que si Jesús fue quien estableció estas cosas en Pedro, entonces lo que está establecido en Pedro no es un fundamento que no sea de Cristo. Es el mismo fundamento de Cristo.
Entonces, el hecho de que Cristo es el fundamento o la piedra del ángulo como leemos en Efesios 2:20, no quiere decir que Cristo mismo no podría o que no estableció a un apóstol para que tenga una oficina perpetua que sería la roca sobre cual la Iglesia sería edificada. Los dos conceptos no son mutualmente exclusivos. Por ejemplo: Jesús es el Buen Pastor (Juan 10:14), pero Él también le da la responsabilidad de apacentar todas sus ovejas a Pedro, como veremos en Juan 21:15-17. Jesús es el que tiene las llaves (Rev. 1:18; Rev. 3:7), pero El da sus llaves a Pedro.
En el Antiguo Testamento Dios llama roca o piedra a Abraham.
Dios es declarado como la roca en todo el Antiguo Testamento y en Deuteronomio 32:4, pero Abraham también es descrito como la roca en Isaías 51:1-2.
Deuteronomio 32:4- “El [Dios] es la Roca, cuya obra es perfecta…”
Isaías 51:1-2 “…mirad a la piedra de donde fuisteis cortados, y a la caverna de la fosa de donde fuisteis arrancados. Mirad a Abraham vuestro padre…”
En el Antiguo Testamento dice mirad a la piedra, mirad a Abraham. Abraham es descrito como la roca porque él fue el padre de todos los israelitas. El nombre de Abraham fue cambiado de Abram para significar su oficio como roca y padre del pueblo de Dios. En ese caso, ¿no sería apropiado de que Jesús escogiera a alguien como la roca y padre en el Nuevo Testamento para el nuevo Israel, la Iglesia? Sí sería. Y por esta razón el nombre de Simón cambió a Petros, que significa roca o piedra. A la luz de todas las pruebas, debe ser totalmente obvio para todos de que San Pedro es la roca. Sin embargo, vamos a pasar a algunos otros puntos.
¿Y que hay de Petros y Petra en el griego?
Los protestantes argumentan que Jesús no pudo haber dicho que Pedro fue la roca debido a las diferencias en las palabras griegas. Señalan que en el original griego de Mateo 16:18, el nombre de Pedro es petros, que significa piedra, mientras que la palabra para denotar roca es petra, que significa piedra grande. El griego dice: «tú eres Pedro (petros), y sobre esta piedra (petra) edificaré mi iglesia». Pero este argumento es refutado por los siguientes puntos.
En primer lugar, las palabras petros y petra tienen el mismo significado (piedra) en el griego que fue usado durante el tiempo de Cristo. En algunos, mucho antes de la poesía griega antigua, petros significa «piedra pequeña» y petra significa «roca grande», pero esa distinción ligera ya había desaparecido en el momento que el Evangelio de Mateo fuera escrito en griego. (Sobre este punto véase la cita en la siguiente página del protestante D.A. Carson).
Esta distinción menor importancia entre petros y petra solo existía en el griego ático y no en el griego kioné. El Evangelio fue escrito en el griego kioné de cual ambos petros y petra significaban «piedra». Es más, había otra palabra para piedra que Jesús pudo haber usado. Era lithos. Si Jesús deseo haber llamado Pedro una piedra pequeña y no piedra o roca (petros), entonces Él hubiera usado lithos. Sin embargo, Él no lo hizo. El uso petros que significa piedra. Pero, si hay una ecuación entre Pedro y la piedra, ¿por qué, entonces, son usadas las dos palabras griegas (petros y petra)? La respuesta es encontrada en un hecho muy importante de que Jesús hablo en el arameo y no en el griego.
Jesús hablo arameo no griego.
En el arameo, Mateo 16:18 diría así: «tú eres kepha, y sobre esta kepha edificaré mi iglesia».
Notas que en el arameo la misma palabra (kepha) es usado en ambos lugares. No hay ninguna diferencian en absoluto entre los dos. Jesús estaba igualando a Simón y la piedra sobre la cual se edificaría la Iglesia. También es capturado en la traducción francesa de este pasaje, que dice: "Tu es pierre, et sur cette pierre…".
Aquí es donde empieza lo mal entendido del protestante, porque cuando uno traduce lo que Jesús hablo del arameo al griego, la palabra aramea kepha se hace a petra. Petra es la palabra normal para el significado de piedra en el griego y es femenina. No hay problema para la segunda parte del pasaje si la realidad dice que petra es femenina: sobre esta kepha (sobre esta piedra); pero es obvio que petra no se puede usar para el nuevo nombre de Pedro porque Pedro es un hombre.
Por lo tanto, en el griego, el nombre de Pedro es simplemente cambiado a Petros, un sinónimo de petra, pero una cual tiene un término masculino. Esa es la única razón por la cual no hay ninguna diferencia entre las dos palabras. No hay duda de que Jesús estaba declarando que Pedro es la piedra.
Muchos protestantes admiten que Pedro es la Piedra.
Hasta algunos protestantes han sido obligados a admitir, en la cara de los hechos, que es inútil continuar de negar que Pedro sea la Piedra.
David Hill, un ministro presbiteriano y profesor titular de estudios bíblicos de la Universidad de Sheffield, escribe: “Es sobre Pedro mismo, el confesor de su mesianismo, que Jesús edificará la iglesia… Los intentos para interpretar la piedra como otra cosa que la persona de Pedro (p. ej., su fe, la verdad revelada a él) es debido a los perjuicios protestantes, e introducir la declaración con un grado de sutileza altamente improbable.”[1]
En el Diccionario Teológico del Nuevo Testamento, una obra protestante editado por los protestantes Gerhard Kittel y Gerhard Friedrich, hay un artículo por el protestante bien conocido Oscar Cullman. Esto es encontrado en el Vol. 6:108 del Diccionario Teológico. Declara Cullman:
“Pero, ¿qué quiso decir Jesús cuando dijo: «sobre esta piedra edificare mi Iglesia»? La idea de los reformadores de que él se está refiriendo a la fe de Pedro es absolutamente inconcebible debido al ajuste probablemente diversa de la historia. Más bien no existe ninguna referencia aquí a la fe de Pedro. Por el contrario, el paralelismo entre «tú eres Piedra» y «en esta piedra edificare» demuestra que la segunda piedra sólo puede ser la misma que la primera. Es evidente que Jesús se refiere a Pedro, a quien ha dado el nombre de Piedra. Él designa a Pedro… para ser la fundación de su eclesial. A este grado la exégesis católica es correcta y todas las tentativas de evadir esta interpretación deben ser rechazadas.”[2]
El Dr. John Broadus (1886), un erudito bautista, se vio obligado a admitir:
“Como Pedro significa piedra, naturalmente la interpretación es que «sobre esta piedra» significa sobre ti. No hay otra explicación probable que en la actualidad se intenta… Pero sí hay un juego de palabras, ya cómo puedas entender. Sería aún más exagerado y duro en el juego de palabras si entenderíamos que la piedra fuere Cristo: y aún más débil y casi sin sentido tendrían el juego de palabras si la roca fuera la confesión de Pedro… Que se observe que Jesús no pudo haber dicho aquí que Él mismo sea la roca en consonancia con la imagen porque Él es el edificador. Para decir: «Yo edificaré», sería una imagen muy confusa. La sugerencia de algunos expositores que dicen que Jesús se señaló a sí mismo al decir «tú eres Pedro, y sobre esta piedra», implica una artificialidad que es repulsiva para algunas mentes.”[3]
El Bautista D.A. Carson, profesor del Nuevo Testamento del Seminario de la Trinidad Evangelical, también se vio obligado a reconocer:
“Aunque es verdad que petros y petra pueden significar «piedra» y «roca» respectivamente en el griego antiguo, la distinción se confina en gran parte a la poesía. Por otra parte, el arameo subyacente es en este caso indiscutible; y lo más probable es que kepha fue utilizado en ambas cláusulas («eres kepha» y «en esta kepha»), puesto que la palabra fue utilizada para un nombre y para una piedra… El Griego hace la distinción entre petros y petra simplemente porque está intentando de preservar el juego de palabras, y en el griego petra femenino no podría servir muy bien como nombre masculino.”[4]
Sabemos el arameo de Jesús por palabras arameas que el mismo uso.
Dado que el arameo es pertinente a los puntos antes mencionados acerca de Pedro siendo la roca, examina las pruebas de que Jesús, de hecho, hablo en el arameo. En primer lugar, sabemos que Jesús habló en el arameo los Evangelios registran algunas de las palabras en el arameo que Él usó. Considera Mateo 27:46, donde Jesús dice desde la cruz, «Eli, Eli, ¿lama sabachtani?». Esas son palabras del arameo; no son palabras del griego; que significan, «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?».
Otro ejemplo está la de Juan 19:13,17- “Entonces Pilato… se sentó en el tribunal en el lugar que se dice Lithóstrotos, y en hebreo Gabbatha… Y [Jesús] llevando su cruz, salió al lugar que se dice de la Calavera, y en hebreo, Gólgotha.”
Ambos Gabbatha y Gólgotha son palabras del arameo proporcionando más evidencia de que este era el idioma que Jesús usó. Pero San Juan les llama hebreo en la Biblia porque el «hebreo», como explican los eruditos, como usado comúnmente en el Nuevo Testamento se refiere al arameo.
También hay fuerte evidencia de que Mateo se escribió en arameo
Hay fuerte evidencia de los primeros Padres de la Iglesia que el Evangelio de Mateo fue originalmente escrito en el arameo y luego traducido al griego.
Eusebio, quien es el historiador de la Iglesia primitiva, el primero en escribir una historia de la Iglesia desde el principio hasta su época, el 4o siglo, repetidas veces declaro que Mateo escribió su Evangelio en hebreo, significando el arameo.
En el Libro 3, capítulo 39, Eusebio cita estas palabras de Papías: “Mateo compuso su discurso en hebreo y cada cual lo fue traduciendo como pudo”. Al decir «en hebreo» él quiso decir el arameo.
En el Libro 6, capítulo 25, Eusebio cita estas palabras de Orígenes: “El [evangelio] primero fue escrito según Mateo... que lo había publicado para los conversos judíos, así escribiéndolo en el hebreo.”
En el Libro 6, capítulo 25, Eusebio cita al gran Padre de la Iglesia Primitiva, San Ireneo, para decir: “Mateo en verdad produjo su evangelio escrito entre los hebreos en su propia lengua, mientras que Pedro y Pablo anunciaban el evangelio y fundaban la Iglesia en Roma”.
Como es citado por Eusebio, San Ireneo no solo dice que mateo escribió su evangelio en la lengua hebrea (es decir, arameo), pero también que Pedro fundaba la Iglesia en Roma – algo que niegan muchos no católicos, aunque es irrefutable la evidencia histórica de que Pedro estuvo en Roma. “Toda las antiguas tradiciones hablan del martirio de Pedro en Roma, y ninguna otra fuente dice lo contrario.
Muy pocos acontecimientos de la Iglesia apostólica están muy bien atestiguados.”[5]
Ten en mente que Eusebio, quien cita a Papías, a Orígenes, y a Ireneo para demostrar que Mateo escribió en el arameo, vivió aproximadamente de 260 a 340 d.C. y escribió la primera historia entera de la Iglesia. Como si eso no fuera suficiente para acallar todas las objeciones a este respecto, pues en realidad tenemos evidencia bíblica interna que el nombre de Pedro en el griego, Petros, es equivalente a Petra, la piedra sobre la cual está edificada la Iglesia. Esta evidencia interna proviene de Juan 1:42.
Juan 1:42 también mencionan el cambio de nombre.
Juan 1:42- “Y le trajo a Jesús. Y mirándole Jesús, dijo: Tú eres Simón, hijo de Jonás: tú serás llamado Cephas (que quiere decir, piedra).” (Reina-Valera)
En Juan 1:42, el nuevo nombre de Pedro es dado en su forma aramea: Cephas. Algunos preguntaran, «¿Yo pensaba que el nombre de Pedro era Kepha en el arameo?» Sí, pero en las versiones inglesas de Juan 1:42, Cephas es simplemente la version anglicanizada de la palabra arameo Kepha. Así que Juan 1:42 dice que Cephas es traducido como Piedra o Pedro, el nombre del apóstol.
Cephas es igual al nombre de Pedro (Juan 1:42).
También sabemos que Cephas sería traducido a petra, la palabra para la piedra (Mt. 16:18) sobre cual la Iglesia esta edificada.
Ya que Cephas es igual al nuevo nombre de Pedro (como dice Juan 1:42) y Cephas es igual a petra, la palabra para la piedra, pues es innegable que el nuevo nombre de Pedro es igual a petra, la piedra.
El nuevo nombre de Pedro es equivalente a la piedra. No hay duda alguna sobre ello.
The Primacy of Peter «La Primacía de Pedro» es una colección de ensayos por «ortodoxos» eruditos orientales. Los «ortodoxos» orientales no son católicos y no aceptan el papado. Esta obra (La Primacía de Pedro) fue editado por el famoso «ortodoxo» erudito oriental, John Meyendorf. En esta obra «ortodoxa» oriental, está admitiendo repetidas veces que la Biblia enseña que Pedro es la piedra:
“Hay una identidad formal y real entre Pedro y la piedra. Jesús edificara la iglesia sobre Cephas.”[6]
“Al confesar su fe en la divinidad del Salvador, Pedro se convierto la Piedra de la Iglesia.”[7]
“Pedro Apóstol es la piedra en cual la Iglesia fue edificada, y permanecerá la piedra hasta la venida del Señor.”[8]
Considerando el contexto seria absurdo si Jesús no hace referencia a Pedro como la Piedra
Piensa por un momento que absurdo seria si Jesús no quiso indicar que Pedro es la piedra. Como hemos demostrado, Jesús solo le pronuncio bienaventurado a Pedro.
“Entonces, respondiendo Jesús, le dijo: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás…”(Mateo 16:17)
Jesús solo le cambió el nombre de Pedro.
“Y yo también te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi iglesia…” (Mateo 16:18)
Jesús reúne a sus discípulos y solo le da a Pedro las llaves del reino de los cielos. Después Él le da solo a Pedro el poder de atar y de desatar.
“Y a ti [Pedro] daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos…” (Mateo 16:19)
Pero cuando se habla de la piedra, a pesar de que la declaración a Pedro solo se encuentra en medio de todos estos otros, los protestantes nos hacen creer que Jesús no está hablando acerca de Pedro sino sobre sí mismo o alguna otra cosa. Es ridículo. Esta falsedad es tan obvia que esa argumentación en realidad no es necesaria.
Además, cabe señalar que la razón de que Jesús, al referirse a Pedro, dice que «sobre esta piedra edificaré mi Iglesia», en lugar de sobre ti, es porque mientras que Pedro es definitivamente la piedra, la oficina que Él está estableciendo en Pedro (el Papado) perdurará a través del tiempo después de que Pedro ya no este. Está fundada sobre Pedro, pero seguirá existiendo después de que se haya ido Pedro. Es una institución en Pedro, pero no se limitará a Pedro. Pedro tendrá sucesores.
Los Padres de la Iglesia creyeron que Pedro era la Roca de la Iglesia
Los Padres dela Iglesia primitiva, los prominentes primeros escritores cristianos de los primeros siglos, reconocieron que Pedro es la piedra. Hay muchas citas que se pueden presentar, pero aquí hay sólo unos pocos.
Tertuliano, Sobre la Monogamia, 213 d.C., refiere a Pedro y habla de la Iglesia, “edificado sobre él…” (The Faith of the Early Fathers «La Fe de los Padres Primitivos», edición inglesa, Vol. 1:381)
San Cirilo de Alejandría (370-444), quien participo en un oficio clave con el Concilio de Éfeso, declaro en su Comentario sobre Juan- “Él [Jesús] no sufre ya más por haberse dejado de llamar Simón… Él cambió su nombre en Pedro, de la palabra petra (roca) sobre la que Él luego fundaría su Iglesia"
San Basilio el Grande (330-379 d.C.), Contra los Eunomianos, 4- ““Quien (refiriéndose a Pedro), a cuenta de la preeminencia de su fe, recibió en sí mismo la construcción de la Iglesia.”
San Gregorio Nacianceno, gran Patrística del oriente (329-389 d.C.), Oración 26- “… de los discípulos de Cristo, todos de los cuales fueron exaltados y merecedora de elección, uno es llamado roca, y se le confía la fundación de la Iglesia.”
San Juan Crisóstomo, gran Patrística del oriente y Obispo de Constantinopla, Homilía 3, De. Poenit. 4, 387 d.C.- “Pedro mismo, la cabeza o corona de los Apóstoles… cuando digo Pedro, quiero decir a la Roca irrompible, la inquebrantable fundación…”
Uno puede citar a San Ambrosio, Jerónimo, entre muchos otros, pero el punto debe ser claro.
Objecion: “La Piedra es la fe de Pedro, no Pedro”
Respuesta: Los Padres de la Iglesia dicen que son ambos, porque Pedro y su fe son inseparables.
En un esfuerzo para argumentar contra el papado, algunos no católicos dicen que Jesús se refirió a la fe de Pedro (no a Pedro mismo) como la piedra sobre cual la Iglesia seria edificada. Hasta citaran algunos pasajes selectivos de los Padres de la Iglesia primitiva como un intento de comprobarlo. Por ejemplo, citaran este pasaje de San Hilario de Poitiers.
San Hilario de Poitiers (300-368), Sobre la Trinidad, 6, 37: “Esta fe es aquella que es el fundamento de la Iglesia; a través de esta fe las puertas del infierno no pueden prevalecer contra ella.” (Nicene and Post-Nicene Fathers «Nicea y los Padres pos-Nicea», edición inglesa, 2ª serie, vol. 9, p. 112.)
Lo que fallan en decirte es que en la misma obra, San Hilario dice que Pedro fue el fundamento de la Iglesia (Sobre la Trinidad 6, 20).
San Hilario de Poitiers (300-368), Sobre la Trinidad, 6, 20: “El bienaventurado Simón, quien luego de la confesión del misterio fue establecido para ser la piedra-fundación de la Iglesia y recibió las llaves del reino de los cielos.” (NPNF2, Vol. 9, p. 105.)
San Hilario de Poitiers, Comentario sobre Mateo, 7, 6- “Pedro creyó primero, y es el príncipe del apostolado.”
Los Padres entendieron que la fe de Pedro es inseparable de Pedro mismo y del oficio de cual Jesús edifico en ‘el como el primer ministro de su Iglesia. También podemos ver esta verdad en Lucas capítulo 22.
Lucas 22 enseña la infalibilidad papal
En Lucas capítulo 22, encontramos otro pasaje en la Iglesia muy importante, pero muchas de las veces pasado por alto, que prueba la enseñanza católica sobre el papado.
Lucas 22:24-32- “Y hubo también entre ellos una disputa, de quién de ellos sería el mayor. Y Él les dijo: Los reyes de los gentiles se enseñorean de ellos; y los que sobre ellos tienen autoridad son llamados bienhechores; mas no así vosotros; antes el que es mayor entre vosotros, sea como el menor; y el que es príncipe, sea como el siervo… Yo, pues, os asigno un reino, como mi Padre me lo asignó a mí, para que comáis y bebáis a mi mesa en mi reino, y os sentéis sobre tronos juzgando a las doce tribus de Israel. Dijo también el Señor: Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo; mas yo he rogado por ti, para que tu fe no falte; y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos.”
Este pasaje es fascinante. Contiene varias verdades importantes. En primer lugar, hay una disputa entre los Apóstoles sobre quién sería el mayor. Jesús explica que su reino no como la de los gentiles. Entonces Jesús está hablando de cómo está estructurado su reino o Iglesia.
Luego dice Jesús que Satanás los ha pedido para zarandear a todos los Apóstoles en el plural, pero que Él ha rogado por Pedro [singular] para que la fe de Pedro no falte.
Lucas 22:31-32- “Dijo también el Señor: Simón, Simón, he aquí Satanás os [plural] ha pedido para zarandearos como a trigo; mas yo he rogado por ti [singular], para que tu fe no falte; y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos.”
Es importante tener en cuenta que cuando Jesús dice «Satanás os ha pedido», el «os» es en el plural. Esto está claro en el texto griego original, pero no en el español. Satanás ha pedido para tener a todos los Apóstoles, dice Jesús; pero Él solo ha rogado por Simón Pedro, para que su fe no falte o falle. Pedro, el único que ha recibido las llaves del reino, también tiene una fe que no falla, de acuerdo a las palabras de Jesús. Estas cosas se las dice Jesús solo a Pedro, separándolo claramente de los demás.
La palabra «infalible» significa que no puede fallar. Por tanto, vemos, exactamente en Lucas 22, la raíz de la enseñanza católica sobre la infalibilidad del Papa. Esta enseñanza sobre la infalibilidad del papa no significa que un verdadero Papa, como el sucesor de Pedro, nunca puede equivocarse ni tampoco que él no pueda pecar. Lo que significa es que cuando un verdadero Papa enseña autoritativamente a toda la Iglesia sobre fe o costumbres (es decir, de la Cátedra de Pedro), Jesús no permitirá que esa enseñanza falle o falte. Porque si Él lo hiciera entonces la Iglesia sí misma seria llevada al error y hubiera fallado. El Concilio Vaticano I (un concilio dogmático católico) lo pone de esta forma:
El Papa Pío IX, Concilio Vaticano I, sesión 4, cap. 4, 1870 d.C.- “Así, pues, este carisma de la verdad y de la fe nunca deficiente, fué divinamente conferido a Pedro y a sus sucesores en esta cátedra…”
Es una fe que no falla de la Oficina del Primer Ministro/Papa que ha sido establecido en Pedro y que se realizara a través de sus sucesores en esa oficina. Hasta en la misma Iglesia primitiva, los Padres miraban este pasaje de Luca 22 como otra prueba para el papado.
San Ambrosio (4º siglo), In Ps. 43, no. 40- “Después de haber sido tentado por el diablo, Pedro está encargado de la Iglesia. El Señor… lo eligió como el pastor del rebaño del Señor. Porque Él le dijo: Y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos. [Lucas 22].”
Jesús confió a todos sus correderos=Iglesia en Juan 21
En el capítulo 21 de Juan, nos da más evidencia que Jesús confió todos los miembros de su Iglesia a San Pedro.
Juan 21:15-17- “Y cuando hubieron comido, Jesús dijo a Simón Pedro: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que éstos? Le respondió: Sí Señor, tú sabes que te amo. Él le dijo: Apacienta mis corderos. Vuelve a decirle la segunda vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Le responde: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Él le dijo:
Apacienta mis ovejas. Le dijo la tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro, entristecido de que le dijese la tercera vez: ¿Me amas? Le dijo: Señor, tú sabes todas las cosas; tú sabes que te amo. Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas.”
Aquí vemos en Juan 21 que Jesús le confió a Pedro todas sus ovejas. El dogmático Primer Concilio Vaticano de la Iglesia Católica dijo que en este momento en Juan 21, después de la Resurrección de Jesús, fue el momento que Jesús le dio actualmente las llaves y la autoridad de su Iglesia a San Pedro que Él le había prometido en Mateo 16.
Es importante destacar que este momento después de la Resurrección, en Juan 21, fue el punto en cual Jesús hizo a San Pedro el primer Papa. Esto es significante porque algunos no católicos traen las tres negaciones de San Pedro de Cristo en Juan 18:25 y en los siguientes. Cuando Pedro negó a Jesucristo, fue antes de la Crucifixión y la Resurrección. Jesús todavía no le había dado la autoridad a San Pedro como el Papa. Las palabras en Mt. 16:18-20 le promete a San Pedro las llaves del reino de los a cielos. Prometen que Jesús edificara su Iglesia sobre él y que lo haría el primer ministros de su Iglesia, pero este oficio no fue conferido sobre Pedro hasta después de la Resurrección, por estas palabras en Juan 21:15-17. Por lo tanto, la negación de San Pedro de Cristo no pone ningún problema para la enseñanza católica sobre el papado.
Además, la Iglesia Católica no enseña que un verdadero Papa no puede pecar mortalmente o que no pueda perder su alma. Lo que enseña es que un verdadero Papa sostiene la posición de la suprema autoridad en la Iglesia, y que cuando el verdadero Papa enseña de forma vinculante a la Iglesia universal, Dios lo protegerá que no enseñe error. El poder está en el propia oficina, que está protegida por Cristo.
Juan 21:15-17- “Él le dijo: Apacienta mis corderos… Él le dijo: Apacienta mis ovejas… Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas.”
En Juan 21:15-17, Jesús le dice a Pedro que Apacienta mis corderos, Apacienta mis ovejas, Apacienta mis ovejas. Jesús claramente le da a San Pedro la autoridad sobre su rebaño, los miembros de su Iglesia. Algunos preguntan porque Jesús dijo la primera vez, Apacienta mis corderos, y la segunda y tercera vez mis ovejas. Los Padres de la Iglesia primitiva entienden esta referencia a los corderos y ovejas para diferenciar entre los miembros más jóvenes y mayores de la Iglesia, o para distinguir entre los fieles y el clero. Todos ellos son confiados a San Pedro.
Ahora lo que es particularmente importante es que cuando Jesús dice Apacienta mis corderos, Apacienta mis ovejas, Apacienta mis ovejas, el segundo de los tres mandatos esta la palabra poimaine en el griego. Muchas biblias traducirán los tres de la misma manera, como «apacienta»; pero el segundo mandato es en realidad diferente del primero y el tercero.
Juan 21:15-17- “Él le dijo: Apacienta [Boske] mis corderos… Él le dijo: Apacienta [Poimaine] mis ovejas… Jesús le dijo: Apacienta [Boske] mis ovejas.”
En el primer y tercer mandato que Jesús le da a Pedro sobre su rebaño, la palabra en el griego es boske. Boske significa apacentar o alimentar. Pero la palabra poimaine, del segundo mandato de Jesús a Pedro sobre su rebaño, significa gobernar. También es traducido como atender. Por tanto, Jesús no solo le encargo a Pedro de apacentar su Iglesia, pero también de atender su Iglesia. Es fascinante que la forma de la misma palabra poimaine, que Jesús usa sobre la autoridad de Pedro sobre el rebaño en Juan 21:16, sea también usada en el Apocalipsis 2:27.
Apoc. 2:27- “Y las regirá [poimanei] con vara de hierro…”
Esto significa que Pedro no solo tiene una primacía sobre el rebaño de Cristo, pero una primacía de jurisdicción para regirá y gobernar al rebaño, contrariamente a lo que dirían los «ortodoxos» orientales. La misma la palabra poimaine es usada en Apoc. 12:5 y en otros lugares para indicar el poder de gobernar.
Aquí esta lo que dijo el gran Padre oriental de la Iglesia, San Juan Crisóstomo, sobre este pasaje en Juan 21.
San Juan Crisóstomo, Homilías de Juan, 88, 1, 4º siglo- “Jesús le dijo, «Apacienta mis ovejas». ¿Y por qué, de haber pasado por los otros, le habla estas cosas solo a Pedro? Era el principal entre los apóstoles, era como la boca de los otros discípulos y la cabeza del cuerpo apostólico… la mancha de su negación está ya borrada, le confía el gobierno de sus hermanos; y Él ya no propone la negación, ni le reprocha con lo que había tenido lugar, sino que le dice: «Si vos me amáis, presidir sobre vuestros hermanos».” (Nicene and Post-Nicene Fathers «Nicea y los Padres pos-Nicea», edición inglesa, 1ª serie, vol. 14:331)
Pedro es mencionado mas que ningún otro apóstol.
La prominencia del nombre de Pedro en la Escritura revela que él sostuvo, por la institución de Cristo, una posición de autoridad única entre los Apóstoles. Pedro es nombrado más de 100 veces en el Nuevo Testamento. El apóstol más próximo es Juan, que es nombrado sólo 29 veces.
El lenguaje bíblico singulariza a Pedro y lo distingue sobre los demás.
La forma en que la Escritura usa el nombre de Pedro es muy reveladora. La gente debería de ponerse sobre el significado de estos ejemplos. Noten como pedro es mencionado por nombre, mientras que los otros Apóstoles son mencionados repetidas veces como aquellos con Pedro. Esto demuestra que la Escritura singulariza a San pedro y lo distingue de los demás Apóstoles.
Marco 16:7- “Pero id, decid a sus discípulos y a Pedro, que Él va delante de vosotros a Galilea…”
Hechos 2:37- “Y al oír esto, se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos?”
Hechos 5:29- “Respondiendo Pedro y los apóstoles, dijeron…”
Marcos 1:36- “Y Simón [Pedro] y los que estaban con él salieron a buscarle.”
Lucas 8:45- “Entonces Jesús dijo: ¿Quién me ha tocado? Y negando todos, dijo Pedro y los que estaban con él: Maestro, la multitud te aprieta y oprime…”
Lucas 9:32- “Y Pedro y los que estaban con Él, estaban cargados de sueño…”
Pedro es claramente singularizado como el líder de los Apóstoles. Es significante que los escritores del Nuevo Testamento singularizaron a Pedro de esta forma a pesar de que lo escribieron años después de la Resurrección. Esto demuestra que la posición de liderazgo todavía mantenía su importancia en la Iglesia después de la Resurrección.
Cada lista donde se hace mención a los apóstoles es Pedro quien aparece primero
Cada lista de los 12 Apóstoles en el Nuevo Testamento tiene el nombre de Pedro primero y el nombre de Judas por último. Esto es cierto a pesar de que el orden de los demás Apóstoles no siempre sea exactamente el mismo. Puedes ver esas listas en Mateo 10:2, Marcos 3:14, Lucas 6:14, y Hechos 1:13.
Mateo 10:2-4- “Y los nombres de los doce apóstoles son estos: El primero, Simón, que es llamado Pedro, y Andrés su hermano; Jacobo hijo de Zebedeo, y Juan su hermano, Felipe, y Bartolomé; Tomás, y Mateo el publicano; Jacobo hijo de Alfeo, y Lebeo, por sobrenombre Tadeo, Simón el cananita, y Judas Iscariote, quien también le entregó.”
Marcos 3:14-19- “Y ordenó a doce… A Simón, a quien puso por sobrenombre Pedro; a Jacobo, hijo de Zebedeo, a Juan hermano de Jacobo, a quienes puso por sobrenombre Boanerges, que es, Hijos del trueno; a Andrés, a Felipe, a Bartolomé, a Mateo, a Tomás, a Jacobo, hijo de Alfeo, a Tadeo, a Simón el cananita, y a Judas Iscariote, el que le entregó…”
Lucas 6:14-16- “A Simón, a quien también llamó Pedro, y a Andrés su hermano, Jacobo y Juan, Felipe y Bartolomé, Mateo y Tomás, Jacobo hijo de Alfeo, y Simón el que se llama Zelotes; Judas hermano de Jacobo, y Judas Iscariote, que también fue el traidor.”
Mateo 10:2- “Y los nombres de los doce apóstoles son estos: El primero [protos], Simón, que es llamado Pedro…”
La palabra griega que se usa en Mateo 10:2 (protos) significa el primero o el jefe o el principal. Ya que no hay otros numerales dados en la lista – y Pedro no fue el primero en seguir a Jesús (fue Andrés) – claramente que esta declaración no tiene la intención de asignar un número a Simón Pedro. Es para indicar que él es el jefe o el líder o el principal de los doce. Mateo está diciendo literalmente: El Primero, Pedro.
También es interesante de notar que protos es usado para significar «el primero» en Mateo 20:27.
Mateo 20:27- “Y el que quisiere ser el primero [protos] entre vosotros, sea vuestro servidor.”
El mismo Evangelio (Mateo) ya nos ha dicho que Pedro es el primero entre ellos (Mateo 10:2). La declaración en Mateo 20:27, sobre quien será el primer entre ellos, no es, por lo tanto, alguna instrucción general, pero sí es una que tiene una aplicación muy específica y concreta. El primero, Pedro, también debe actuar como un sirviente, cumpliendo su posición de liderazgo con humildad. Este versículo es una de las razones por las que un Papa (que es el jefe o el primero de la Iglesia de Jesús) se llama «siervo de los siervos de Dios» (servus servorum dei).
Juan y Pedro corrieron a la tumba de Jesús, aunque Juan llega primero se espero a que primero entrara Pedro
Aquí esta otro punto que no es necesariamente tan importante como los que ya se han cubierto, pero aun es interesante. En Juan 20 leemos que ambos Pedro y Juan corrieron al sepulcro de donde Jesús había resucitado. Juan corrió más aprisa que Pedro, pero él no entro adentro. Juan se detuvo y esperó a que llegara Pedro para que entre primero.
Juan 20:4-6- “Y corrían los dos juntos; pero el otro discípulo corrió más aprisa que Pedro, y llegó primero al sepulcro. Y bajándose a mirar, vio los lienzos puestos allí; mas no entró. Luego llegó Simón Pedro tras él, y entró en el sepulcro, y vio los lienzos puestos allí…”
El hecho de que Jesús hizo a San Pedro el primer papa se demuestra una y otra vez después de la Resurrección, en los hechos de la Iglesia primitiva: los Hechos de los Apóstoles.
Pedro ejerce su ministerio de primado reemplazando a Judas.
En Hechos 1, leemos sobre la decisión de sustituir con otro apóstol al Judas fallecido. Pedro se levantó en medio de los discípulos, y dirige el curso de acción para reemplazar a Judas.
Hechos 1:15-20- “Y en aquellos días Pedro se levantó en medio de los discípulos (el número de las personas allí reunidas, era como de ciento veinte), y dijo: Varones hermanos, era necesario que se cumpliese la Escritura la cual el Espíritu Santo habló antes por boca de David acerca de Judas, que fue guía de los que prendieron a Jesús. Porque él era contado con nosotros y tuvo parte en este ministerio. Éste, pues, adquirió un campo con el salario de su iniquidad… Porque está escrito en el libro de los Salmos: Sea hecha desierta su habitación, y no haya quien more en ella; y: Tome otro su obispado.”
Esto demuestra claramente la posición de la autoridad de Pedro como el primer papa, pero también nos muestra la sucesión apostólica. En otras palabras, las posiciones de los Apóstoles (los obispos) continúan con los reemplazos después de que estos Apóstoles o primeros obispos fallecían. Hablando de la oficio de Judas, Hechos 1:20 dice: Tome otro su obispado. Los obispos habían de ser reemplazados a lo largo de la historia mientras que la Iglesia continúa con su misión, de modo que cuando San Pedro se muere en Roma como el primer obispo, su puesto como el primer ministro y líder de la Iglesia Cristiana sería ocupado por otro Obispo de Roma, el segundo Papa. Su nombre era Lino.
Gran discurso petrino a los judíos como primer Papa.
Hechos 2:14- “Entonces Pedro, poniéndose en pie con los once, alzó su voz, y les habló diciendo: Varones judíos, y todos los que habitáis en Jerusalén, esto os sea notorio, y oíd mis palabras.”
Notas una vez más el lenguaje, «Pedro poniéndose en pie con los once». Este fue el día de Pentecostés, considerado como el cumpleaños de la Iglesia, cuando todos los líderes de la Iglesia se reunieron. Después de que él les predico a los judíos, les preguntaron a los hombres (plural) que debían de hacer. Fue entonces Pedro que respondió a todos:
Hechos 2:37-47- “Y al oír esto, se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos? Entonces Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo… y aquel día fueron añadidas a ellos como tres mil almas… Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que eran salvos.”
También vemos aquí que no hay salvación fuera de la Iglesia dirigida por San Pedro, la Iglesia Católica.
La primacía en Hechos 4
En una reunión con el sumo sacerdote, poniéndoles en medio, les preguntaron: ¿Con qué poder habéis hecho vosotros esto? San Pedro contestó de nuevo por los demás.
Hechos 4:6-10,12- “Y Anás, el sumo sacerdote, y Caifás y Juan y Alejandro, y todos los que eran del linaje sacerdotal; Y poniéndoles en medio, les preguntaron: ¿Con qué poder, o en qué nombre, habéis hecho vosotros esto? Entonces Pedro, lleno del Espíritu Santo, les dijo: Príncipes del pueblo, y ancianos de Israel: … en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo del cielo, dado a los hombres, en que debamos ser salvos.”
Pedro singularizado de nuevo en Hechos 5
En Hechos 5, se les cuestiona una vez más a los Apóstoles por el sumo sacerdote y ordenándoles que no enseñen en el nombre de Jesús.
Hechos 5:29- “Respondiendo Pedro y los apóstoles, dijeron: Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres.”
Si todos los Apóstoles respondieron, como dice en este versículo, ¿Entonces, por qué la escritura lo letrea de esta forma, mencionando a Pedro solo? Es obvio porque él era el líder de los Apóstoles, siendo el primer Papa.
Pedro impone sanción eclesiástica en Hechos 5
En Hechos 5, leemos sobre dos cristianos, Ananías y Safira, que vendieron una heredad, y retuvo parte del precio. Fue Pedro quien pronunció sobre ellos la sentencia dura de Dios y de la Iglesia.
Hechos 5:3-11- “Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué ha llenado Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo, y te quedases con parte del precio de la heredad?... Entonces Ananías, oyendo estas palabras, cayó y expiró… Y Pedro le dijo: ¿Por qué os pusisteis de acuerdo para tentar al Espíritu del Señor?… Y al instante cayó a los pies de él, y expiró… Y vino gran temor sobre toda la iglesia, y sobre todos los que oyeron estas cosas.”
Pedro recibe el primer gentil converso
En Hechos 10, leemos sobre el primer gentil converso, Cornelio. La gente debe tener en cuenta la importancia de la recepción de Cornelio en la Iglesia. La recepción del primer converso gentil fue un evento monumental que muestra la universalidad de la única verdadera Iglesia. El hecho de que el ángel le dice a Cornelio de ir específicamente a San Pedro, y que Pedro le dirá lo que tiene que hacer, nos proporciona otro ejemplo de la primacía de San Pedro como el Jefe de la Iglesia.
Hechos 10:4-6- “Y mirándole, [Cornelio] tuvo miedo, y dijo: ¿Qué es, Señor? Y le dijo: Tus oraciones y tus limosnas han subido como un memorial delante de Dios. Envía, pues, ahora hombres a Jope, y haz venir a Simón, que tiene por sobrenombre Pedro… él te dirá lo que debes hacer.”
La visión de las restricciones antiguas contra los alimentos que han terminado se le da a Pedro como jefe de la Iglesia
De acuerdo con las instrucciones del ángel al primer gentil converso de ir a San Pedro, es igualmente significativo que a San Pedro sólo sele da la visión sobre el fin de la Antigua Ley y sus prescripciones.
Hechos 10:9-13- “Y al día siguiente, yendo ellos de camino, y llegando cerca de la ciudad, Pedro subió a la azotea a orar, cerca de la hora sexta; y le vino una gran hambre, y quiso comer; pero mientras ellos preparaban, le sobrevino un éxtasis; y vio el cielo abierto, y un vaso que descendía hacia él, como un gran lienzo atado de los cuatro cabos, y era bajado a la tierra; en el cual había de toda clase de cuadrúpedos terrestres, y fieras, y reptiles, y aves del cielo. Y le vino una voz: Levántate, Pedro, mata y come.”
Es interesante que la visión se le da a Pedro tres veces. Esto se corresponde con Juan 21:15-17, donde tres veces Jesús indica le a Pedro que todos los miembros de su Iglesia serán encargados por él: Apacienta mis corderos, apacienta mis ovejas, apacienta mis ovejas. Esto corresponde a la oficina tres veces mayor de San Pedro y de todos los Papas que son: enseñar y proteger la verdadera doctrina, velar por la liturgia o el culto de la Iglesia, y gobernar la Iglesia por la disciplina.
San Pedro y su primacía en el Primer concilio en Jerusalén
En Hechos 15, leemos sobre la disensión relativa a la circuncisión. Algunos estaban enseñando que todos los gentiles conversos al Evangelio tenían que someterse la circuncisión para ser salvo. Después de mucha discusión, Pablo y Barnabas fuero para con los Apóstoles en Jerusalén para consultar sobre esta cuestión. Los líderes de la Iglesia sostuvieron un concilio para discutir este asunto. Este concilio a veces es llamado el primer concilio ecuménico de la Iglesia Cristiana.
Hechos 15:7- “Y después de mucha discusión, Pedro se levantó y les dijo: Varones hermanos, vosotros sabéis cómo ya hace algún tiempo que Dios escogió entre nosotros, que los gentiles oyesen por mi boca la palabra del evangelio, y creyesen.”
Después de mucha discusión, San Pedro se levantó y entrega el primer discurso para silenciar el argumento y dar una decisión. La Biblia hace una mención especial del hecho de que cuando Pedro habló y dio su decisión, la multitud calló:
Hechos 15:12- “Entonces toda la multitud calló, y oyeron a Bernabé y a Pablo…”
Santo Santiago hablo después de Pablo y Barnabas; pues, como el historiador de la Iglesia primitiva Eusebio nos dice, Santo Santiago fue dejado para ser el Obispo en la iglesia local de Jerusalén.
Esta promulgación muestra el poder de los concilios en determinar doctrinas cristianas.
Hechos 15:28-29- “Pues ha parecido bien al Espíritu Santo, y a nosotros, no imponeros ninguna carga más que estas cosas necesarias. Que os abstengáis de lo sacrificado a ídolos, y de sangre, y de estrangulado y de fornicación; de las cuales cosas si os guardareis, bien haréis. Pasadlo bien.”
Notas que en Hechos 15 de los Apóstoles (dirigidos por San Pedro) llegaron a una decisión, después de que Jesús había dejado la tierra, por su propia autoridad que habían recibido de Cristo. Este proceso continuó a través de la historia de la verdadera Iglesia de Jesucristo, la Iglesia Católica. Ya que la Iglesia es la columna y apoyo de la verdad, así como lo leemos en 1 Tim. 3:15, sus mandamientos, sus preceptos y decisiones son vinculantes, si es que son afirmadas por la autoridad del obispo supremo, el Papa; porque él tiene el poder de atar y desatar de Cristo. Por eso es que después del Concilio de Jerusalén, Pablo le predico a la gente que deben seguir estos preceptos:
Hechos 15:41- “Y pasó [Pablo] por Siria y Cilicia, confirmando a las iglesias; y mandando que observasen los preceptos de los Apóstoles y de los presbíteros.”
Este versículo no está completo en la biblia protestante. La Reina Valera le quito la parte sobre de observarlos preceptos de los Apóstoles y de los presbíteros porque demuestra la autoridad de la Iglesia y una autoridad que debe ser tenido en cuenta aparte de la Biblia.
San Ignacio de Antioquía, Carta a los de Esmirna, capítulo 8, 110 d.C.- “Que nadie sin el obispo haga nada de lo que atañe a la Iglesia. Sólo aquella Eucaristía ha de ser tenida por válida que se hace por el obispo o por quien tiene autorización de él. Dondequiera que aparece el obispo, acuda allí el pueblo, así como dondequiera que esté Jesucristo, allí está la Iglesia Católica.”
Concusión:
Hemos visto la evidencia innegable de la Biblia que San Pedro fue el primer Papa. Hemos visto la evidencia y prueba de las palabras de Jesús, de todos los cuatro Evangelios, de los Hechos de los Apóstoles, de los Padres, entre mucho más. Es un hecho de la historia de que San Pedro murió en Roma como el primer obispo, y que él fue sucedido por otros papas a través de la historia. Ellos asumieron la oficina de San Pedro como el líder y gobernador del Reino de Cristo (Su Iglesia), al igual que Eliaquim sucedió a Sebna para el lugar como el primer ministro en el Reino de David.
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NOTAS:
[1] “It is on Peter himself, the confessor of his Messiahship, that Jesus will build the Church… Attempts to interpret the ‘rock’ as something other than Peter in person (e.g., his faith, the truth revealed to him) are due to Protestant bias, and introduce to the statement a degree of subtlety which is highly unlikely.” – Citado de The Gospel of Matthew, The New Century Bible Commentary, edición inglesa, p. 261.
[2] “But what does Jesus mean when he says: ‘On this rock I will build my Church’? The idea of the reformers that he is referring to the faith of Peter is quite inconceivable in view of the probably different setting of the story. For there is no reference here to the faith of Peter. Rather, the parallelism of ‘thou art Rock’ and ‘on this rock I will build’ shows that the second rock can only be the same as the first. It is thus evident that Jesus is referring to Peter, to whom he has given the name Rock. He appoints Peter… to be the foundation of his ecclesia. To this extent Roman Catholic exegesis is right and all attempts to evade this interpretation are to be rejected.” – (Cullman, Theological Dictionary of the New Testament, edición inglesa, Volumen 6, paginas 98, 107, 108)
[3] “As Peter means rock, the natural interpretation is that ‘upon this rock’ means upon thee. No other explanation would probably at the present day be attempted… But there is a play upon words, understand as you may. It is an even more far-fetched and harsh play upon words if we understand the rock to be Christ: and a very feeble and almost unmeaning play upon words if the rock is Peter’s confession… Let it be observed that Jesus could not here mean himself by the rock, consistently with the image, because he is the builder. To say, ‘I will build,’ would be a very confused image. The suggestion of some expositors that in saying ‘thou art Peter, and on this rock’ Jesus pointed at himself, involves an artificiality which to some minds is repulsive.” –(John A. Broadus, Commentary on the Gospel of Matthew, Valley Forge, PA: Judson Press, 1886, p. 356.)
[4] “Although it is true that petros and petra can mean ‘stone’ and ‘rock’ respectively in earlier Greek, the distinction is largely confined to poetry. Moreover the underlying Aramaic is in this case unquestionable; and most probably kepha was used in both clauses (‘you are kepha’ and ‘on this kepha’), since the word was used both for a name and for a rock…. The Greek makes the distinction between petros and petra simply because it is trying to preserve the pun, and in Greek the feminine petra could not very well serve as a masculine name.” – (Citado en The Expositor’s Bible Commentary, edición inglesa, Volumen 8, p. 368.)
[5] Mike Aquilina, The Fathers of the Church «Los Padres de la Iglesia», edición inglesa, Hunting, IN: Our Sunday Visitor Publishing, p. 35.
[6] “There is a formal and real identity between Peter and rock. Jesus will build the church upon Cephas.” – The Primacy of Peter, edición inglesa, editado por John Meyendorf, St. Vladimir’s Seminary Press, 1992, p. 48.)
[7] “By confessing his faith in the divinity of the Savior, Peter became the Rock of the Church.” (The Primacy of Peter, p. 72.)
[8] “The Apostle Peter is the rock on which the Church is built, and will remain the rock until the coming of the Lord.” (The Primacy of Peter, p. 122; también en páginas, 63-65; etc.)
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