Miedo a Dios y miedos personales
Había una zorra que nunca había visto un león. La puso el destino un día delante de la fiera real, y como era la primera vez que le veía, sintió un miedo espantoso y se alejó tan rápido como pudo. Al encontrar al león por segunda vez, aún sintió miedo, pero menos que antes, y lo observó con calma por un rato. En fin, al verlo por tercera vez, se envalentonó lo suficiente hasta llegar a acercarse a él para entablar conversación. En la medida que vayas conociendo algo, así le irás perdiendo el temor. (Esposo - 300 fábulas - 20 – La zorra que nunca había visto un león.) Cuando nos cae una desgracia o sufrimos un accidente o una enfermedad, enseguida pensamos ¿por qué yo? ¿Qué mal he hecho o qué pecado he cometido para que Dios me castigue así? Y esta visión distorsionada que tenemos de que Dios que “castiga” a veces nos impide que nos acerquemos a El con confianza creando una idea de un Dios cruel en vez de un Dios Amoroso, 1 Jn 4:8. Muchos padres de familia tienen la culpa de crear en